|
|
Encinares
termomediterráneos y situación actual de los encinares
Se sabe que antiguamente los encinares de carrasca tuvieron un gran
protagonismo en los territorios del piso termomediterráneo, ocupaban un
espacio casi continuo que solamente se interrumpía en las partes más
secas o áridas, y en las partes en las que el alcornoque se adaptaba
mejor. Lamentablemente, actualmente estos bosques están en claro
retroceso, quedan pocos encinares de este tipo en buen estado, y la
mayoría han sido adehesados, transformados en tierras de cultivo, en
matorrales, en pastizales o en urbanizaciones (Ferreras, 1987).
Los
encinares termomediterráneos aparecen diseminados en las sierras
béticas y levantinas. Según Blanco et al (1997) existen dos teorías
sobre la presencia (o la ausencia) de los encinares en este área. La
escuela catalana representada por Bolòs (1967), Folch (1981)... opina
que los encinares sólo deberían aparecer en las partes bajas con suelos
más profundos y húmedos, como una especie de variante de los alzinares
catalanes; mientras que la escuela de Rivas Martínez (1987), Costa y
Col. (1982) y Ferreras (1987), piensan que el carrascal termófilo
representa la vegetación climácica de la zona. Posiblemente ambas
teorías tengan parte de razón, puesto que aunque la encina no domina el
territorio, pero sigue estando presente, y por otro lado, en este
territorio también aparecen de forma natural pinares de Pinus
halepensis y otras especies perennifolias.
Por cuestiones geográficas es fácil dividir los encinares
termomediterráneos en dos tipos: encinares termomediterráneos
levantinos y béticos.
- Encinares
termomediterráneos del levante:
según Blanco et al (1997), la presencia de estos bosques es anecdótica,
y sólo aparecen bosques de Quercus
ilex subsp. ballota en
los fondos de
los valles. Para estos autores, los bosques de las montañas de levante
en donde aún hay carrascales, son muy parecidos a los carrascales del
interior, y no pueden considerarse termomediterráneos.
Pero, según
Costa y cols (1982) y Ferreras (1987) el carrascal termófilo es el
bosque clímax del levante en el piso termomediterráneo. Estos autores
defienden que los pocos bosques termófilos de encinas que aún se
conservan en buen estado dibujan la siguiente estructura. En el estrato
arbóreo domina la encina carrasca, acompañada por ejemplares de
coscojas (Quercus
coccifera), acebuches (Olea
europaea var. sylvestris),
aladiernos (Rhamnus
alaternus)... El estrato
arbustivo es denso y rico en especies, en él aparecen el lentisco
(Pistacia lentiscus),
el palmito (Chamaerops
humilis), el espino negro
(Rhamnus oleoides),
el bayón (Osyris
lanceolata), las gayubas
(Arctostaphylos uva-ursi)...
El estrato herbáceo por el contrario es
pobre, tan sólo destacan las esparragueras (Asparagus acutifolius y A.
stipularis) y algunas gramíneas. Por último en el estrato
de las lianas
y las plantas trepadoras son comunes la rubia (Rubia
peregrina subsp. longifolia), la
zarzaparrilla (Smilax
aspera)...
(Ferreras, 1987).
Puesto que la mayoría de estos bosques de encina se sitúan sobre suelos
calizos, en sus etapas de regresión, aparecen matorrales calcícolas
como el romero (Rosmarinus
officinalis), el brezo de invierno (Erica
multiflora), la jara esteparia (Cistus albidus), el
tojo (Ulex
parviflorus)... (Ferreras, 1987).
Las áreas con encinares
termófilos levantinos mejor conservados son las sierras de Martés y
Ave, en la hoya de Buñol (Valencia) y algunos puntos dispersos de la
Plana Alta (Castellón) en los municipios de Torreblanca, la Barona,
Pobla Tornesa, Villanueva de Alcolea, Villafanes, Borriol... (Ferreras,
1987).
- Encinares
termomediterráneos béticos:
según Blanco et al (1997) estos encinares sólo aparecen en algunos
enclaves montañosos y en algunas áreas cercanas a la costa, como en la
Axarquía, en Málaga. Pero para Casildo Ferreras (1987) estos encinares
tienen una mayor importancia en la región. Este autor, destaca los
encinares situados entre Castilblanco de los Arroyos y Almadén de la
Plata, al noroeste de la provincia de Sevilla, y define la estructura
de estos bosques de la siguiente manera. En el estrato arbóreo la
encina carrasca es la especie dominante, acompañada por árboles
pequeños como el piruétano (Pyrus
bourgaeana) o el acebuche (Olea
europaea var. sylvestris). El
sotobosque esta formado por arbustos como labiérnago (Phillyrea angustifolia), torvisco
o torrisco (Daphne
gnidium), mirto, arrayán o murta (Myrtus communis), lentisco
(Pistacia lentiscus)...
y una de la especies termófilas más
características, el palmito (Chamaerops
humilis).
Los matorrales
de sustitución que corresponden con estos encinares son según Ferreras
(1987) los jarales (Cistus
ladanifer, C.
salvifolius, C.
crispus, C.
monspeliensis), los aulagares (Genista hirsuta, G. triacanthos) y
los
tojares del endemismo Ulex
eriocladus.
Situación
actual de los encinares en España
La gran alteración del
encinar primitivo ha sido debida al interés que tiene la especie para
el ser humano. Las bellotas sirven como alimento para el ganado, y su
madera ha sido históricamente la principal fuente de combustible y uno
de los principales materiales de construcción. Su espacio se ha
empleado como área de pastoreo o como área de caza, o ha sido
transformado en espacios agrícolas, industriales o urbanos.
|
Dehesas de Castromonte (Valladolid) dedicada a la cría de cerdo.
Fotografías de Alberto Díaz, 2014.
|
La transformación más característica del
encinar, es la dehesa.
Un
espacio usado para el ganado o la caza, en donde el estrato arbóreo
está dominado por individuos aislados de encinas, generalmente
deformadas por las contínuas podas, entre los que se entremezclan
matorrales y arbustos heliófilos o herbáceas pascícolas que en un
estado desarrollado del encinar sólo ocuparían las áreas con
pendientes, los sustratos rocosas o lugares con suelos someros muy
pobres en nutrientes.
En la dehesas, el encinar está aclarado y normalmente también podado,
por lo que los árboles no pueden desarrollarse de forma natural, y
muestran un aspecto totalmente diferente al que se vería en un encinar
climácico o al menos un encinar en buen estado de conservación.
|
Encinar adehesado situado en las cercanias de la ciudad de Segovia.
Fotografía de Alberto Díaz, 2014.
|
Continúa en la siguiente
página con los bosques
de coscojas o coscojares...
|
|
|
|
|
|
www.biogeografia.net
|