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Coscojares
(Quercus
coccífera):
La coscoja o maraña (Quercus
coccífera) es una especie típica del clima mediterráneo,
de hecho, se
distribuye ampliamente alrededor del todo el mar Mediterráneo. En la
península Ibérica es muy común, aparece en la región mediterránea
ibérica (en España y en Portugal) en las grandes depresiones (depresión
del Tajo, del Duero y del Ebro), en el sistema Central, en la meseta
sur, en muchas regiones costeras (del sur, el sureste y el este de la
península) y en áreas del interior. Aun así, falta o es muy escaso, en
el norte de la península en Galicia, Asturias, Cantabria y en Euskadi
(Blanco et al, 1997). Taxonómicamente, la coscoja está emparentada con
la encina (Blanco et al, 1997).
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Coscoja de grandes dimensiones situada en el Regajal-Mar de Ontígola
(Aranjuez, Madrid). Fotografía de Alberto Díaz, 2018.A |
Esta especie prefiere
precipitaciones bajas y concentradas en invierno (para desarrollarse en
primavera), aunque puede vivir en diferentes ambientes, en lugares
áridos, semiáridos, cálidos, templado-cálidos, en áreas localmente
frías y en áreas cálidas de montaña. Se desarrolla favorablemente en
lugares con una precipitación anual comprendida entre los 400 y los 800
mm. anuales, aunque pueden sobrevivir en áreas secas con unos 200 mm.
anuales, como en el Cabo de Gata (Almería) y en Águilas (Murcia); y en
lugares húmedos con más de 1.200 mm. anuales, como en la sierra de
Grazalema, en Cádiz. A nivel edafológico, se adapta a muchos tipos de
suelos, aunque predomina en áreas rocosas (Blanco et al, 1997). Por
otro lado, es importante tener en cuenta que la coscoja es capaz de
rebrotar de cepa, y que es una especie que sobrevive y se adapta muy
bien a los incendios, de hecho hay autores como Le Houérou (1974) y
Trabaud (1981), que opinan que la coscoja es capaz de formar
comunidades piroestables.
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Ejemplar de coscoja de tamaño medio situado en el páramo de Iriépal
(Guadalajara),
en la Cuesta del Llano. Fotografía de Alberto Díaz, 2015.
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La
coscoja
es una especie perenne y
esclerófila. Suele presentarse en
forma de arbusto aunque en condiciones óptimas puede alcanzar los 8 y
los 12 metros de altura. Normalmente esta muy ramificada, sus ramas
comienzan a crecer muy cerca de la base y forman una copa muy tupida y
densa. La corteza es lisa y cenicienta en los ejemplares jóvenes, y
cuando los árboles van madurando se agrieta y se vuelve mas oscura. Las
hojas son onduladas y tienen pinchos en los bordes, además son
brillantes y tienen un color verde muy intenso. El fruto, la bellota,
tiene una cúpula espinosa muy característica (a diferencia de la de la
encina que es mucho menos espinosa). Las flores masculinas son muy
pequeñas y se agrupan en espigas cortas de color amarillento. Las
flores femeninas nacen en la misma planta, solitarias o en grupos de
dos o tres (wikipedia, 2016).
Es fácil, identificar a la coscoja,
aún así, se recomienda usar esta pequeña guía de robles de
la península Ibérica.
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Imágenes de las hojas, el fruto (imagen izq. e imagen drcha. superior) y las
ramas (imagen drcha. inferior) de una
coscoja. Fotografía
de Alberto Díaz, 2015.
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Este
árbol o arbusto, suele ser muy común en el área mediterránea dentro de
los pisos termomediterráneo y mesomediterráneo. Vive en ambientes muy
variados y en diferentes formaciones. Pueden aparecer en coscojares
puros con formas arbóreas (que pueden alcanzar los 8 o los 12 m. de
altura), o en bosques mixtos compartiendo espacio con otras especies
arbóreas y arbustivas (con espinos negros, encinas, algarrobos...),
presentándose generalmente en estos casos, en forma arbustiva o
subarbustiva (con ejemplares que se sitúan por debajo de los 6 m. de
alto). Por otro lado, las coscojas también aparecen en etapas seriales
y degradadas de otras especies (como la serie de la encina) y en
bosques en donde la vegetación está en una etapa climácica o en un buen
estado de desarrollo, como en quejigares, encinares, alcornocales,
pinares, matorrales climácicos... (Malagarriga, 1979; Blanco et al,
1997).
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Grupo de coscojas en el Regajal-Mar de Ontígola (Aranjuez, Madrid).
Fotografía de Alberto Díaz, 2018. |
Según Blanco et al (1997) teniendo en cuenta criterios o
características ambientales y florísticas se pueden diferenciar dos
tipos
de coscojares: los coscojares periféricos y los coscojares
interiores.
- Coscojares
periféricos: se sitúan en áreas
periféricas de la península Ibérica y en áreas subcosteras. Aparecen en
el levante y en el sur (principalmente en Valencia, Alicante, Murcia y
Almería), en lugares en donde el clima es mediterráneo no continental,
es decir, en sitios con temperaturas suaves o altas, y precipitaciones
bajas.
En estos bosques, las coscojas presentan una talla mediana,
aunque algunos ejemplares adquieren portes arbóreos. El estrato
arbustivo suele estar compuesto por formaciones mixtas en donde la
coscoja se mezcla con otros árboles de estatura media y generalmente
perennifolios, como el algarrobo (Ceratonia
siliqua), el palmito
(Chamaerops humilis),
el olivo silvestre (Olea
europea var. sylvestris)... El
cortejo de estos
coscojares,
en general, es muy rico, y en él dominan especies perennifolias y/o
termófilas. Los arbustos más comunes son lentisco o entina (Pistacia
lentiscus), aladierno (Rhamnus
alaternus), espino negro (Rhamnus
lycioides), labiérnago negro o agracejo (Phillyrea latifolia),
bayón
(Osyris lanceolata)...
Acompañan a estas plantas algunas lianas y
enredaderas como la Clematis
flammula, la zarzaparrilla
(Smilax
aspera), y la madreselva (Lonicera implexa)
(Blanco et al, 1997).
Dentro
de estos bosques, entre los árboles y los arbustos, aparecen espacios
aclarados (mayores o menores en función del estado de conservación del
coscojar), en los que se cuelan muchas especies heliófilas
como Brachypodium
retusum, Euphorbia
characias, Rosmarinus
officinalis, Ulex
parviflorus, Asparagus
stipularis... (Blanco et al,
1997).
Existen buenos coscojares de este tipo en la sierra de
Arrábida (o Serra da Arrábida) en Portugal, en la sierra del Pitón de
Antás (Almería), en el norte de Alicante, en las montañas de Tortosa
(Tarragona), en el puerto de Querón (Castellón)... (Blanco et al, 1997).
- Coscojares
interiores: se distribuyen por el interior de la península
Ibérica,
principalmente en áreas mesomediterráneas. Aparecen en Aragón, en la
depresión del Ebro, el Tajo y el Duero, en la meseta Central, en los
sistemas Béticos... En estas áreas, el clima sigue siendo mediterráneo,
aunque tiene un carácter mas continental (Blanco et al, 1997).
En
estos lugares también hay formaciones mas o menos abiertas en las que
domina la coscoja, pero es más común ver a esta especie en bosques
mixtos junto con encinas, pinos carrascos e incluso con sabinas
albares. En general, en estos bosques la coscoja tiene un tamaño
mediano o bajo, y su cortejo florístico es mas pobre que en los
coscojares periféricos (Blanco et al, 1997).
El sotobosque de
estas formaciones depende de la zona en la que se sitúe el coscojar,
aunque suelen estar presentes muchas especies arbustivas como el espino
negro (Rhamnus lycioides),
la aliaga o aulaga (Genista
scorpius), la
romerina (Cistus clusii),
el lentisco (Pistacia
lentiscus), la
cornicabra (Pistacia
terebinthus), la coronilla (Coronilla minima)...
También suele haber algunas hierbas, como el esparto (Stipa
tenacissima) o la Globularia alypum,
aunque el estrato de las
lianas generalmente es mucho mas pobre que en los coscojares de la
periferia peninsular, y no hay muchas especies destacables (Blanco et
al, 1997).
Según el libro de “Los Bosques Ibéricos” (Blanco et al,
1997) existen buenos coscojares interiores (también llamados sardares
en Aragón o garrigas en Cataluña) en sierra Morena (en Huelva, Sevilla
y Córdoba), en la sierra de la Sagra (Granada), en Torrelaguna
(Madrid), en el Regajal, en Aranjuez (Madrid), en el Maestrazgo (en el
norte de Castellón), en las sierras de Alcubierre, Lanaja, Sigena, en
Caspe (en Aragón), en las Bardenas Reales (Navarra), en algunos puntos
de la provincia de Álava... (Blanco et al, 1997).
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Coscojas con espartos en el Regajal-Mar de Ontígola (Aranjuez, Madrid).
Fotografía de Alberto Díaz, 2018.
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Estrato |
Coscojares periféricos |
Coscojares
interiores |
Árboles
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La coscoja aparece mezclada con
otros árboles como el algarrobo (Ceratonia
siliqua), el palmito (Chamaerops
humilis), el olivo silvestre (Olea europea)... |
La coscoja
en estas áreas aparece dominando el estrato o mezclada con encinas,
pinos carrascos o sabinas albares... |
Arbustos |
Los más comunes son: lentisco (Pistacia lentiscus),
aladierno (Rhamnus
alaternus), espino negro (Rhamnus lycioides),
labiérnago negro (Phillyrea
latifolia), bayón (Osyris
lanceolata)... |
Las especies
más típicas son: espino negro (Rhamnus
lycioides), aliaga (Genista
scorpius), romerina (Cistus
clusii), lentisco, cornicabra (Pistacia terebinthus)... |
Hierbas |
En los espacios aclarados
aparecen: Brachypodium
retusum, Euphorbia characias, Ulex parviflorus... |
Destacen el esparto
(Stipa tenacissima)
y la Globularia
alypum. |
Otros |
Las más típicas son la Clematis flammula,
la zarzaparrilla (Smilax
aspera), y la madreselva (Lonicera implexa). |
No suelen
haber muchas especies en este estrato. |
Principales
especies de los coscojares (Blanco, et al, 1997). |
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Por
último, es necesario recordar que el ser humano ha tendido a favorecer
a la coscoja, puesto que al degradar al encinar, ha formado coscojares.
Estos arbustos han sido, por lo tanto, muy empleados para el pastoreo
de cabras y ovejas, la producción de leña, la caza extensiva, la
apicultura... (Blanco et al, 1997).
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Retamar,
representando la etapa de degradación del coscojar y el encinar, en el
Regajal-Mar de Ontígola (Aranjuez, Madrid). Fotografía de Alberto Díaz,
2018. |
A continuación se muestra una
fotografía aérea del coscojal del Regajal, en Aranjuez
(Comunidad
de Madrid), en donde se aprecia la estructura abierta de estas
formaciones.
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Coscojar en el Regajal, en Aranjuez (Comunidad de Madrid). Fuente:
Blanco et al, 1997.
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España. |
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