1.3.7.3. Escuelas biogeográficas
La escuela o tradición española
Primeras
décadas del siglo XX
La
biogeografía española en los años 50 y 60
La
biogeografía española en los años 70, 80 y 90
Primeras décadas del siglo XX
Aunque la escuela española de biogeografía
ha estado retrasada en relación con la de Estados Unidos o la de países
europeos como Reino Unido o Francia (con la que mantiene una gran
relación), en las primeras décadas del siglo XX
aparecen los primeros trabajos interesantes de la biogeografía
realizada en España gracias a la labor de Emilio Huguet de Villar, Pío
Font Quer, José González-Albo Campillo, Blas Lázaro e Ibiza, Luis
Ceballos, Ángel Cabrera Latorre y José Royo Gómez.
- Emilio Huguet de Villar:
fue un gran científico catalán que realizó trabajos muy innovadores de
ecología, geobotánica, edafología y geografía física. En 1915, estudió
la glaciología y la vegetación de la Sierra de Gredos (junto con Hugo
Obermaier y Juan Carandell Pericay), y realizó un mapa de la zona a
escala 1:50.000. Como ecólogo, introdujo en España las ideas de
Frederic E. Clements de sucesión, formación y clímax, en trabajos como Avance
geobotánico sobre la pretendida estepa central de España (1925).
Como edafólogo, realizó los primeros estudios de ciencia del suelo en
España, introdujo muchos conceptos edafológicos, y fue miembro del
Congreso Edafológico Internacional. Finalmente falleció en Rabat,
Marruecos, en 1951.
- Pius (o Pío) Font Quer,
es el geobotánico y fitosociólogo más importante de la primera mitad
del siglo XX. Nació en 1888, en Lérida, y en 1914, se doctoró en
Farmacia con una tesis titulada Ensayo fitotopográfico de
Bages. En 1911, ingresó en el cuerpo de la sanidad militar
(alcanzando el grado de teniente coronel farmacéutico), pero tras la
guerra civil, perdió todos sus cargos, lo que le ocasionó grandes
problemas durante su carrera científica. Después, fue profesor de
Farmacia y Botánica en la Universidad de Barcelona, y en la Escuela de
Agricultura, y miembro de la Institució Catalana d'Història Natural y
del Institut d'Estudis Catalans.
Durante 1927 y 1932 realizó expediciones
botánicas de las regiones montañosas de Marruecos bajo control español,
para publicar entre 1928 y 1932 una gran obra titulada Iter
Maroccanum. En 1935, Pio Font organizó la excursión de la
Asociación Internacional de Fitosociología (SIGMA) en Cataluña, en la
que participaron grandes biogeógrafos de la época como Braun-Blanquet o
Reinhold Tüxen, y que muchos autores como J. Izco (1981), C. Ferreras
(1986) o S. Rivas-Martínez (1995) consideran como el
nacimiento de la fitosociología en España. Coincidiendo con esta
reunión Font Quer publicó la primera
asociación vegetal descrita por un español, el Saxifragetum
catalaunicae (Ferreras, 1986).
Después, fue vicepresidente de los Congresos
Internacionales de Botánica de París (1954) y Edimburgo (1964), realizó
numerosos estudios sobre la flora de la península (en especial de
Cataluña, Valencia, Baleares y Andalucía), y publicó grandes obras de
la botánica española. Entre sus libros destacan el Diccionario
de Botánica (1953) que fue una gran base para el
vocabulario científico en castellano, el manual de Botánica
(1956), o Plantas medicinales: el Dioscórides renovado
(1962), un libro de flora farmaceútica muy completo, de más de mil
páginas, con un texto y unas imágenes de grandísimo interés.
- José González-Albo Campillo fue
un excelente geobotánico manchego que pasó una temporada en la escuela
SIGMA de Braun-Blanquet (Rivas Martínez, 1995). A su vuelta, trabajó en
el jardín botánico de Madrid, realizó numerosos estudios
fitosociológicos de la sierra de Guadarrama y Castilla-La Mancha, y
publicó un gran trabajo de síntesis en las Reseñas Científicas de la
Real Sociedad de Historia Natural, titulado Introducción al
estudio de la Sociología Vegetal según el método de Braun-Blanquet (1934).
Desgraciadamente, tras la guerra civil española una terrible enfermedad
acabó con la vida profesional de este gran fitosociólogo (Monge, 1990).
- Blas Lázaro e Ibiza fue
un farmacéutico madrileño, experto en botánica, micología, ficología y
geobotánica. En 1882 se doctoró en medicina y en 1888, en ciencias
naturales, y más tarde, en 1892 fue nombrado catedrático de farmacia.
Entre sus publicaciones destaca el artículo de Distribución
geográfica de las columníferas de la Península Ibérica
(1882), la primera división fitogeográfica de España (1895) en la que
clasifica a la península en siete regiones (Pirineos, oriental,
sudoriental, meridional, occidental atlántica, septentrional cantábrica
y central), y su libro Botánica descriptiva: Compendio de la
flora española (1896).
- Luis Ceballos y Fernández
de Córdoba fue una gran ingeniero de montes y botánico
madrileño (nació en San Lorenzo de El Escorial, en 1896). En 1933,
realizó expediciones florísticas al Protectorado de Marruecos con el
Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias (IFIE). En 1931,
publicó el primer mapa forestal (o de vegetación) de España, el Mapa
Forestal de la provincia de Cádiz (1931) y dos años más tarde, el Mapa
Forestal de la provincia de Málaga (1933). La guerra civil paralizó su
proyecto de los mapas forestales provinciales, y tras el conflicto,
sólo pudo publicar dos hojas más, la de Canarias (1951) y Lérida
(1954). Al final, estos mapas, fueron sustituidos por el mapa forestal
de España a escala 1:400.000, que después de mucho esfuerzo, se
presentó en junio de 1966, meses antes de su fallecimiento.
Luis Ceballos también participó activamente
en las repoblaciones forestales de después de la guerra (escribió junto
a Joaquín Ximénez Embún, el Plan General de Repoblación de
España, en 1938), pero sus grandes ideas no fueron
comprendidas. Luis Ceballos ideó un plan forestal muy complejo, que al
final fue transformado en simples repoblaciones de pinos, puesto que
como él mismo decía, "el bosque es una población vegetal, no un
ejército de árboles".
- Ángel Cabrera Latorre fue
un zoólogo y paleontólogo nacido en Madrid, en 1879. Se doctoró en 1900
en Filosofía y Letras, y en 1902 comenzó a trabajar en el Museo
Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. En 1925, emigró a Argentina,
y allí, trabajó en el Instituto del Museo de La Plata y en la
Universidad de Buenos Aires, descubrió el primer dinosaurio jurásico de
América del Sur en la Patagonia, y continuó sus estudios sobre fauna
actual y fósil, hasta que la dictadura autodenominada Revolución
Libertadora frenó su investigación (Carrazzoni, 1995; Merino, 2002).
Ángel Cabrera, fue un gran defensor de la
fauna autóctona y defendió la creación de espacios naturales para
proteger los ecosistemas originales. Durante toda su vida escribió
numerosos libros (que él mismo ilustraba) y más de 400 artículos en
revistas científicas de todo el mundo (Carrazzoni, 1995). Entre sus
obras destacan Fauna Ibérica. Mamíferos (1914), Genera
Mammalium (1919 - 1925), Manual de Mastozoología
(1922), Los mamíferos extinguidos (1929), Los
mamíferos de Marruecos (1932), Zoología (1938),
Mamíferos sudafricanos (escrito
junto con J. Yepes, en 1943), Caballos de América (1945),
Zoología pintoresca (1950)...
- José Royo Gómez fue
un gran geólogo y paleontólogo. Nació en Castellón de la Plana, en
1895. Se doctoró en Ciencias Naturales en la Univ. Central de Madrid, y
después desarrolló su formación en diversas universidades europeas.
Entre 1918 y 1927, investigó diversos yacimientos paleontológicos del
mesozoico de zonas del oriente de la península Ibérica, especialmente
en torno al sistema Ibérico, puesto que sabía que éste área
posiblemente tendría fósiles de dinosaurios. En esta zona encontró
restos de Iguanodon (1918), Megalosaurus (1921, 1925), varios restos de
saurópodos y ornitópodos... (Sanz, 1996). Pero, tras la guerra civil
española, tuvo que exiliarse a Colombia y después a Venezuela, en donde
continuó trabajando como geólogo.
Además, durante las primeras décadas,
algunos geobotánicos y zoogeógrafos extranjeros (principalmente de
Francia) también realizaron estudios importantes sobre la vegetación y
la fauna de España, como René Verriet de Litardière
que publicó en 1926 la primera asociación descrita en España, el Saxifragetum
nevadis de Sierra Nevada o Louis Emberger
que realizó el primer estudio de los pisos de vegetación de la
península en 1933.
Después, la guerra
civil española (1936-1939), además de ser una gran
catástrofe social y humana, paralizó durante mucho tiempo todos los
proyectos científicos iniciados en la república, y provocó una
importante fuga de cerebros. Grandes científicos como Severo
Ochoa (que ganó el premio Nobel junto con Arthur
Körnberg en 1955 por dar los primeros pasos hacia la
interpretación del código genético), el oceanógrafo Odón
de Buén, el físico Blas Cabrera,
el biólogo Ignacio Bolívar, el químico Enrique
Moles, la experta en espectroscopía Dorotea
Barnés, Amparo Poch
(experta en medicina y cofundadora de la revista Mujeres
libres), la química Pilar de Madariaga,
la farmacéutica y química María Teresa Toral...
tuvieron que salir de España hacia América y Europa.
Tras la guerra, la situación económica y
social del país, el exilio de muchos científicos, la eliminación de las
instituciones de la república, la segunda guerra mundial en Europa, y
muchos otros factores, provocaron el freno de la investigación
biogeográfica. Aún así, durante los años 40, aparecieron algunos
trabajos de Pius Font Quer, Luis
Ceballos... y los primeros estudios de Salvador
Rivas Goday, Francisco Bellot,
Antonio de Bolòs,
José María Albareda Herrera...
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