1.3.7.3. Escuelas biogeográficas
La biogeografía española en
los años 50 y 60
En los años 50
se produjo el inicio de la recuperación científica en la España
franquista, aunque ésta no llegará a eclosionar verdaderamente hasta
los años 70 y 80 con el inicio de la democracia y la España de las
autonomías.
Durante estos años comenzaron a abrirse las
fronteras. A nivel biogeográfico, se realizaron varias reuniones en
colaboración con Portugal, y los geobotánicos españoles pudieron volver
a participar en congresos internacionales como el de Stockholm en 1950,
y a invitar a científicos extranjeros, como en la X Excursión
Internacional de Fitogeografía celebrada en España en 1953 (Rivas
Martínez, 1995).
En la segunda mitad del franquismo, los
principales estudios biogeográficos surgen desde las universidades de
biología y farmacia o desde las escuelas de ingeniería forestal. Desde
la geografía española todavía hay pocos aportes en estos años, los
geógrafos se limitaron a participar tan sólo en pequeños capítulos o en
apartados de libros (regionales o nacionales) de geografía descriptiva
y en algunas tesis locales o regionales (Ferreras, 1986; Rubio et al,
1991).
A nivel fitosociológico, en esta época se
consolida esta ciencia en España (Rivas Martínez, 1995). Los botánicos
españoles comienzan a proponer nuevas alianzas, órdenes, e incluso
clases, y a crear un marco teórico propio. En 1952, Bellot
propone con carácter provisional el
orden Gypsophiletalia (que engloba a la
vegetación subarbustiva de terrenos yesíferos); en 1961 Rivas
Goday y Borja proponen la
clase Nardetea; en 1964, Rivas-Martínez
presenta la clase Pino-Juniperetea... Además, de
la clase Querco-Fagatea se segregan las clases
de las saucedas Salicetea purpureae (Moor, 1958), los zarzales y
espinales Rhamno-Prunetea (Rivas Goday y Borja, 1961) y las comunidades
de hierbas de linderos de bosques, clase Trifolia-Geranuetea (Müler,
1961)... (Ferreras, 1986).
Por otro lado, entre los años 50 y 70, la cartografía
botánica mejora considerablemente (pero a un ritmo
lento). En 1951 se creó el Servicio Cartográfico y Fotográfico del
Ejército del Aire, que dio paso al vuelvo fotográfico americano de 1956
y 1957 (creado en cooperación entre el Ejército del Aire de España y la
Fuerza Aérea de EE.UU.), que cubrió toda la superficie española y se
convirtió en la base de la cartografía española. De esta forma
surgieron el mapa de España del Army map Service de EE.UU. a escala
1:50.000 (1960), el mapa topográfico nacional a escala 1:50:000
(primera edición 1875-1965), el primer Atlas Nacional (1965), el Mapa
Forestal de España dirigido por Luis Ceballos (1966), el Mapa de suelos
de España (1966) del Instituto Nacional de Edafología y Agrobiología
del CSIC, el primer inventario forestal nacional
(1966-1974)...
Aunque los más importante que ocurre en la
biogeografía española durante estas década es la formación de tres
escuelas geobotánicas de gran interés: la escuela de Madrid o grupo de
Rivas Goday, la escuela catalana o grupo de Oriol de Bolòs i Capdevila
y la escuela canaria de Wolfredo Wildpret de la Torre y de Bartolomé
(Rivas-Martínez, 1995).
- La escuela de Madrid,
castellana o de Rivas Goday es según Rivas-Martínez
(1995) un grupo cuyas ideas se sitúan entre la fitosociología del
francés Josias Braun-Blanquet y del alemán Reinhold Tüxen.
Esta escuela estaba dirigida por Salvador
Rivas Goday, y a ella pertenecían botánicos tan importantes como
Fernando Esteve, José Mansanet, Abelardo Rigual... que tendrán una gran
influencia en la siguiente generación de geobotánicos relacionados con
las universidades de Madrid (Salvador Rivas-Martínez, Jesús Izco,
Concepción Sáenz de Rivas, Enrique Valdés Bermejo, Ginés Alejandro
López González...).
Salvador Rivas Goday
fue catedrático de Farmacia en la universidad Complutense, e
investigador del CSIC. Es el naturalista clave de la escuela de Madrid,
gracias a sus estudios sobre sistemática botánica, anatomía y química
vegetal, geobotánica, fitosociología y flora española (Izco, 1975).
Entre sus trabajos destacan: su primera publicación, Ophrys
aranifera Huds. var. rubriflora bovat (1927); los artículos Observaciones
edafo-ecológicas en la flora de la provincia de Madrid
(1945); La aridez e higrocontinentalidad en las provincias
de España y su relación con las comunidades vegetales climáticas
(Climax) (1948), Preclimax y postclimax de origen
edáfico (1952) y Los grados de vegetación de la
Península Ibérica (con sus especies indicadoras) (1956); su
primer trabajo fitosociológico titulado Proyectos de nuevas
alianzas de la clase Cisto-Lavandiilctca Br.-Bl (1949),
además de Contribución al estudio de la Quercetea ilicis
hispánica (1960), Vegetación potencial
de la provincia de Granada (1971)...
Junto a Rivas Goday se encontraban
asociados, su hijo Salvador Rivas-Martínez
(que destacará en la siguiente generación de geobotánicos); el
catedrático de botánica madrileño Francisco Bellot
Rodríguez, que realizó numerosos trabajos sobre
taxonomía, fitosociología e historia de la botánica, entre los que
destacan La asociación de Quercus suber L. en el Quercion
ilicis de la Mariánica y la Oretana (1945), Plantas
medicinales de Galicia (1951), El tapiz vegetal
de la Península Ibérica (1978)...; el catedrático de
botánica aragonés Fernando Esteve Chueca,
especialista en fitosociología y autor de Estudio
fitosociológico y florístico del centro y sur de la provincia de Murcia
(1967), Vegetación de la Isla de Alborán
(1971)...; el catedrático valenciano José Mansanet
Mansanet experto en flora y fitosociología del este
peninsular,; el doctor en farmacia castellonense Abelardo
Rigual Magallón, que estudió la fitosociología del
sudeste de España y realizó un libro muy importante de la Flora
y vegetación de la provincia de Alicante (1972)... Además
del zamorano Bartolomé Casaseca Mena quien
desde su cátedra en Santiago de Compostela (que obtuvo en 1965) y más
tarde, en Salamanca, realizó muchos trabajos sobre fitosociología y
cartografía vegetal del noroeste de España, como los mapas de
vegetación de La Coruña (1962), Salamanca (1964) y Pontevedra (1968),
creados junto a F. Bellot, y sobre botánica (colaboró en la confección
del herbario de la Facultad de Biología de Salamanca, en donde llegó a
reunir más de 60.000 pliegos, y en la gran obra de Flora
Ibérica).
Paralelamente, desde la facultad de
geografía de Madrid surgen algunos trabajos interesantes de la mano de Manuel
de Terán Álvarez, el impulsor de la geografía moderna en
España y autor de numerosos estudios sobre el mundo rural y urbano,
análisis regionales y nacionales..., y Antonio López
Gómez, que con su estudio sobre la Evolución
de los bosques en las montañas ibéricas (1955), se convirtió
en el primer geógrafo que publicó un artículo biogeográfico (Rubio et
al, 1991).
- La escuela de Barcelona,
catalana o de Oriol de Bòlos formada por un grupo de
geobotánicos y fitosociólogos catalanes (Josep Vigo Bonada, Antonio de
Bolòs, Pedro Montserrat Recoder...) que trabajan en la facultad de
Ciencias, el Instituto Botánico de Barcelona y el Institut d'Estudis
Catalans.
Este grupo está dirigido por Oriol
de Bolòs i Capdevila, discípulo de Pio Font Quer (que se
continúa publicando en esta periodo) y Josias Braun-Blanquet. Nació en
Olot, en 1924, en una familia con una larga tradición farmaceútica. Se
doctoró en la universidad de Madrid, y en 1953 consiguió la cátedra en
la Universidad de Barcelona. Allí se convirtió en un personaje clave de
la geobotánica y la fitosociología de la escuela catalana, y en el gran
experto en flora de Cataluña.
Oriol de Bolòs fue autor o coautor de varios
nombres de comunidades fitosociológicas, propuso la creación de la
fitotopografía, una ciencia que estudiase “los complejos de fitocenosis
que constituyen el paisaje vegetal” (1963), realizó muchos mapas de
vegetación, y definió los conceptos de tesela, sinasociación o
sigmentum, complejo de asociaciones, complejos teselares, complejos
catenales... Su obra abarca más de 200 títulos entre libros, artículos,
mapas y otras colaboraciones. Entre sus libros más importantes destacan
La cartografía de la vegetación en los
Pirineos (1950), El paisaje vegetal barcelonés (1962),
Botánica y Geografía (1963), Comunidades
vegetales de las comarcas próximas al litoral situadas entre los ríos
Llobregat y Segura (1967), Observations
phytosociologiques dans l'île de Minorque (1970)... y por
supuesto, su dos grandes obras sobre la vegetación de Cataluña: la Flora
dels Països Catalans (1984-2001), que codirigió junto a
Josep Vigo Bonada, y el Atlas corològic de la flora vascular
dels Països Catalans (1985-2010), que realizó junto a Josep
Vigo, Xavier Font, Xavier Pons y Angel M. Romo.
Josep Vigo Bonada es
uno de los más jóvenes de la escuela catalana de estos años, y un gran
amigo y discípulo de Oriol de Bòlos. Nació en Ribes de Freser, en 1937.
Es catedrático de Biología Vegetal de la Universidad de Barcelona, y ha
tenido una carrera científica muy extensa. Comenzó en los años 60
colaborando en numerosos trabajos con Oriol de Bòlos (como en los
libros citados de la flora catalana), La vegetació del
massís de Penyagolosa (1968), Notas sobre la
vegetación del valle de Ribas (1968)... y continuó
publicando trabajos hasta los inicios del siglo XX. Sus libros más
conocidos son Notes sobre la flora dels Pirineus catalans
(1974), L'alta muntanya catalana. Flora i vegetació
(1976, reeditada en 2008), Les comunitats vegetals i el
paisatge (1996) y Les Comunitats vegetals:
descripció i classificació (2005).
Dentro de esta escuela también son
importantes los trabajos del botánico Antonio de Bolòs y
Vaireda autor junto con oriol de Vegetación
de las comarcas barcelonesas. Descripción geobotánica y catálogo
florístico (1950), y del botánico y ecólogo Pedro
Montserrat Recoder que destacó por sus estudios sobre la
flora del norte de la península y de Cataluña (como sus tesis de Flora
de la Cordillera Litoral catalana presentada en 1950 y
publicada entre 1955 y 1968 por la revista Collectanea
Botanica), y por su participación en la fundación del
herbario JACA (que se dedica al estudio las plantas del Pirineo y de
Aragón).
Por otro lado, desde la geografía catalana
destaca en estos años María de Bolòs con
su artículo de 1964, Geografía de las plantas. Aportación a
su metodología realizado para el XX Congreso internacional
de Geografía.
- La escuela canaria o de
Wolfredo Wildpret destaca por sus trabajos sobre la
vegetación de las islas, y por trabajar en colaboración con científicos
de la península y del resto de Europa, sobretodo de Alemania. El centro
de este grupo se sitúa en torno a la sección de Ciencias Biológicas de
la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna.
El grupo canario estaba liderado por Wolfredo
Wildpret de la Torre, un gran botánico nacido en Santa
Cruz de Tenerife, en 1933, dentro de una familia noble. De joven pudo
aprender botánica gracias al científico sueco Eric Ragnor Sventenius.
En 1958 se licenció en Farmacia por la Universidad Complutense de
Madrid, y dos años después volvió a Tenerife, en donde sería
catedrático de Botánica hasta su jubilación en 2003.
Wolfredo Wildpret es un gran experto en
flora y endemismos canarios (ha descubierto especies como Helianthemun
juliae Wildpret), un gran activista (fue socio fundador del
grupo ecologista ATAN y es miembro de organismos medioambientales) y un
magnífico divulgador. Ha realizado numerosos trabajos sobre taxonomía,
micología, ficología, fitosociología, geobotánica, bioclimatología,
ecología, medioambiente, biogeografía histórica, paisaje...
principalmente de las islas Canarias. Entre sus obras sobresalen Estudio
de las comunidades psamofilas de la isla de Tenerife (1970),
Aspectos botánicos del Archipiélago Canario
(1970-1975), Consideraciones sobre la flora y vegetación de
los islote La Graciosa, Montaña y La Alegranza (1986-1987),
Flora y vegetación liquénica epífita de los
sabinares Herreños (et al, 1987), Estudio
bioclimatológico del Pico Teide, Tenerife (junto con
Marcelino J. del Arco, 1993), Evolución de la flora y
vegetación en las Cañadas del Teide en los últimos cincuenta años
(1946-1996) (con Victoria E. Martín, 1998), Los árboles
históricos y tradicionales de Canarias (et al, 2001), Plantas
marinas de las Islas Canarias (et al, 2003), Algunas
reflexiones medioambientales en Canarias (2007)...
En los años 50s y 70s, continúa habiendo grandes científicos
extranjeros, que siguen realizando trabajos muy importantes sobre la
vegetación de España. De hecho, son ellos quienes siguen planteándose
(y resolviendo) las cuestiones biogeográficas más generales. En este
sentido, destacan los trabajos del propio Josias Braun
Blanquet, que junto a Oriol de Bolòs realizaron un
estudio de las comunidades vegetales de la depresión del
Ebro y su dinamismo (Les groupements vegetaux du bassln de
l'Ebre, publicado originalmente en francés en 1957, y reeditado en
español en 1987 por el ayuntamiento de Zaragoza), las divisiones
biogeográficas de Europa de H. Gaussen (1965)
y de Meusel, Jager
y Weinert (1965), la clasificación
biogeográfica de Bertrand (1968), los
estudios sobre los pisos bioclimáticos o pisos de vegetación de España
de Ozenda (1975), Quézel
(1980)... o los ensayos de Jean Marie Géhu,
Reinhold Tüxen, Erich
Oberdorfer... |