Otras
formaciones:
Algarrobos (Ceratonia
siliqua):
Los algarrobos (Ceratonia
siliqua) son árboles perennifolios, pequeños, de unos 5
metros de
altura, aunque pueden llegar a alcanzar los 10 metros. Es una especie
de gran rusticidad y muy resistente a la sequía, pero su desarrollo
suele ser lento y sólo comienza a fructificar después de unos siete a
diez años desde la plantación, obteniendo su plena productividad a los
quince o veinte años (wikipedia, 2014).
Los algarrobos son árboles
típicamente mediterráneos, aunque curiosamente, son especies
caulifloras,
una característica no muy común en latitudes templadas,
que consiste en que las flores y los frutos crecen en los troncos de
las ramas, y no en los terminales (Rubio, 1989).
El tronco
del
algarrobo es grueso, y su corteza
normalmente es parda o grisácea, y
está agrietada o rugosa (Blanco et al, 1997). La copa de este árbol
suele tener una forma más o menos ovoidea y tiende a ser amplia y densa
(Ruiz de la Torre, 1981). Las hojas
son compuestas y están formadas por
3 o 10 pares de folíolos. Las flores
son muy pequeñas, pasan
desapercibidas, ya que se agrupan en racimos verdosos. El fruto, la
algarroba, es de tipo legumbre, se encuentran en vainas largas de unos
20 cm. de color pardo o negro. En general, el algarrobo florece entre
agosto y octubre, y madura sus frutos al año siguiente (Ruiz de la
Torre, 1981).
Se encuentran en la naturaleza de forma silvestre o
asilvestrada, aunque normalmente suelen aparecer cultivados. Están
presentes en la región mediterránea (donde es originario) y en otras
zonas templadas del mundo (California, México, Chile, Sudáfrica,
Australia, etc.) por su valor ornamental y paisajístico, por su madera,
por su resistencia al fuego, y porque las algarrobas, son comestibles y
se usan como alimento para el ganado. Actualmente, las algarrobas y
otras partes del algarrobo, se emplean en la industria textil, química,
papelera, cosmética, farmacéutica y alimentaria (como sucedáneo del
café y del cacao, como ingrediente para la obtención de azúcar, en la
fabricación de colorantes...).
En la península Ibérica y las
Baleares, los cultivos de unas cuantas decenas de variedades de
algarrobo ocupan más de 100.000 ha. principalmente en la franja litoral
mediterránea. Además, existen poblaciones que podrían tener
un
origen silvestre en las sierras calcáreas más occidentales de la
cordillera Bética (en Cádiz, Córdoba, Málaga, Granada y Sevilla), en la
comunidad Valenciana (principalmente en Castellón), en las islas
Baleares y en algunos puntos aislados del noreste de la península
(Blanco et al, 1997). Siempre aparece en áreas cercanas a la costa,
nunca penetra hacia el interior (Rubio, 1989).
Según “Flora
Ibérica” (Castroviejo et al, 1986-2012) los algarrobos aparecen en
encinares y en quejigares (como en la sierra de Grazalema), en
enebrales y sabinares, en suelos fundamentalmente dolomíticos, rara vez
sobre esquistos o calizas cámbricas, y siempre entre los 300 y los
1.000 metros de altitud.
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