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Madroñales (Arbutus unedo):
El madroño (Arbutus unedo) es
un arbusto o
arbolillo típico de la iberia mediterránea. Es una ericácea que suele
tener un porte de 1 a 5, 10 o más metros (Blanco et al, 1997).
Su
copa
generalmente es densa, ovalada o redondeada, su tronco es de color
pardo-rojizo, y su corteza
suele ser delgada, áspera y agrietada (Ruiz
de la Torre, 1981). Las hojas
del madroño tienen forma lauroide, y son
esclerófilas y perennifolias (Blanco et al, 1997). Son verdes, de unos
5 o 10 cm., tienen el limbo lanceolado, y su borde está aserrado. Las
flores tienen los pétalos fusionados y forman una sola pieza en forma
de urna, son de color blanco-verdoso y se reunen en grupos en racimos
que cuelgan de los extremos de las ramas. Sus frutos rojos y redondos
son inconfundibles. En general, en España los madroños florecen en
otoño o invierno y sus frutos maduran en el otoño del próximo año (Ruiz
de la Torre, 1981).
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Hojas (imagen superior izq. e imagen
sup. drcha.), frutos (imagen
inferior izq.
e imagen inferior centro) y tronco (imagen inferior derecha) de
madroño.
Fotografías de Alberto Díaz, 2016.
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Madroños
en flor, en las faldas del Picacho, en el P.N. De los Alcornocales
(Alcalá de Los Gazules y Jerez de la Frontera, en Cádiz, Andalucía).
Fotografía de Alberto Díaz, 2019.
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El
ser humano ha usado los madroños como alimento para el ganado y como
fuente de madera. Además este arbusto tiene un gran valor paisajístico
(se regenera muy bien después de los incendios), un gran valor
ornamental (es muy común en jardines urbanos de toda España), y un gran
valor ecológico, puesto que sus frutos, los madroños, son tomados por
aves como los rabilargos, los zorzales, los mirlos... y animales como
los zorros, los tejones, las garduñas, las ginetas... Por todo ello, y
por otros factores, los madroños tienen una amplia distribución puesto
que aparecen alrededor de casi todas las áreas cercanas a las costas
del mar Mediterráneo, e incluso alcanza algunos ambientes atlánticos
como en Portugal, en el sur de Irlanda o en la costa suroeste de
Francia (Blanco et al, 1997).
En España está presente en casi toda
la península Ibérica y en las islas Baleares, aunque prefiere las
regiones periféricas no continentales de climas húmedos o subhúmedos
(en donde las precipitaciones anuales superan los 600 mm. anuales). No
habita en lugares con temperaturas muy contrastadas, con heladas
tempranas, ni con pocas precipitaciones (Blanco et al, 1997). A nivel
edáfico, puede aparecer en rocas carbonatadas y descarbonatadas, pero
prefiere los sustratos ácidos (Blanco et al, 1997), sueltos y frescos
(Ruiz de la Torre, 1981).
En la naturaleza los
madroños aparecen
en muchas situaciones: como acompañante en series de
vegetación maduras
y evolucionadas de otras especies, en etapas de sustitución, de manera
aislada, en pequeños grupos dentro de bosques caducifolios,
perennifolios y esclerófilos (en robledales, melojares, rebollares,
alcornocales, encinares...), en formaciones mixtas con melojos,
laureles, con lauroceraso de Portugal (Prunus lusitanica),
en
matorrales (con coscojas, espinos, labiérnagos, lentiscos,
durillos...), al borde de ciertas comunidades vegetales (puesto que es
una especie fisurícola)... y a veces, incluso puede llegar a formar
bosques puros, llamados madroñales, en donde llegan a ser la especie
dominante.
Es habitual que los madroños aparezcan como uno de los
elementos más representativos en la maquia
o maquis,
un espacio con
vegetación densa en el que dominan los arbustos. En estas maquias suele
haber una gran variedad de especies, aunque tienden a dominar las
especies esclerófilas y laurifolias. Los madroños comparten el espacio
junto con las siguiente especies: coscoja (Quercus coccifera),
codeso
(Adenocarpus spp.),
espino (Calycotome
spinosa), majuelo
(Crataegus monogyna),
arrayán (Myrtus communis),
labiérnagos (Phillyrea
angustifolia y P. latifolia),
lentisco (Pistacia
lentiscus),
durillo (Viburnum tinus)...
Aunque la composición de estas maquias y el
predominio de unas especies u otras tiene una variación geográfica muy
significativa (Blanco et al, 1997).
A veces, los madroños llegan a
formar verdaderos bosques que pueden ser llamados madroñales. Los que
están mejor conservados tienden a estar situados en laderas umbrosas
con poca pendiente y con suelos relativamente profundos. En estos
madroñales la estructura de la vegetación es subarbustiva o de matorral
alto, de 2 o más metros de altura, y suele ser muy densa, casi
impenetrable. En el estrato arbóreo puede haber algún ejemplar aislado
de alcornoque o quejigo, pero lo importante de estos bosques, es el
estrato subarbustivo en el que el madroño (Arbutus unedo)
ocupa más del
50%, en estas formaciones que llegan a alcanzar el 100% de cobertura.
En el estrato arbustivo de los madroñales aparecen muchas especies de
la maquia. Las hierbas no son muy numerosas, puesto que el espacio esta
dominado por los arbustos, pero pueden aparecer lianas y enredaderas,
como la rubia (Rubia
peregrina) y la zarzaparrilla (Smilax aspera)
(Blanco et al, 1997).
Cuando estos madroñales se alteran o se
degradan se ven sustituidos por un matorral de menor talla en el que el
madroño pierde su protagonismo y es sustituido por labiérnagos, brezos,
lavandas, jaras... (Blanco et al, 1997).
A continuación se muestra una tabla con las principales especies de los
madroñales:
Estrato |
Especies |
Árboles
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Pueden
aparecer ejemplares sueltos de alcornoque o quejigo. |
Arbustos |
Domina el
madroño acompañado de un gran número de arbustos: labiérnagos (Phillyrea angustifolia y P. latifolia),
brezo (Erica arbórea),
lentisco (Pistacia
lentiscus), durillo (Viburnum
tinus), arrayán (Myrtus
communis)... |
Hierbas |
El estrato herbáceo
en general es muy pobre. |
Otros |
Destacan la
rubia (Rubia peregrina)
y la zarzaparrilla (Smilax
aspera). |
Principales
especies de los madroñales (Blanco, et al, 1997). |
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Madroños en el Picacho, en el P.N. De los Alcornocales (Alcalá
de Los Gazules y Jerez de la Frontera, en Cádiz, Andalucía). Fotografía
de Alberto Díaz, 2019. |
Los
principales puntos en donde aparecen los madroños en España son el
Prepirineo, la cordillera Costera Catalana, la sierra de Prades
(Tarragona), en la sierra de la Peña de Francia (Salamanca), en los
barrancos sombríos de las sierras de Alicante y Valencia, en la sierra
de Cazorla (Jaén), en la sierra del Segura (Jaén y Albacete), en la
cordillera Penibética, en las sierras de Cádiz y Huelva... (Blanco et
al, 1997). Aunque los mejores bosques de madroño se encuentran en la
sierra Madrona (Ciudad Real), en el noroeste de la provincia de
Badajoz, en los montes de Toledo (en Cabañeros, en Quintos de Mora...),
en la costa de levante junto con laureles, en algunas zonas de Portugal
junto a los loros (Prunus
lusitanica), en el municipio de El Madroñal
en Salamanca... (Blanco et al, 1997). |
Continúa en la siguiente
página con los bosques
de loro o loreras...
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