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Angiospermas
caducifolias |
- Bosques
de almez (Celtis
australis).
- Roble andaluz (Quercus
canariensis). |
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Bosques
de almez
El almez (Celtis australis)
es un árbol caducifolio,
a veces clasificado como subesclerófilo o marcescente (Blanco et al,
1997). A pesar de su nombre científico, se distribuye de forma natural
por todo el mediterráneo, de hecho, muchos estudios demuestran que los
ancestros de los almeces actuales participaron en la formación de los
ecosistemas mediterráneos. Algunas especies del
género Celtis aparecieron
en la cuenca mediterránea
en el Eoceno, y continuaron desarrollándose durante el Mioceno y el
Pleistoceno, junto con otros árboles
de Cedrus, Juniperus, Pinus, Quercus...
(Blanco et al, 1997).
Actualmente, en la península Ibérica el almez (Celtis australis)
compite con el almez americano (Celtis
occidentalis). Este tipo de
almez, que como indica su nombre, es de origen norteamericano
(wikipedia, 2015), se planta en áreas urbanas y periurbanas, y es capaz
de reproducirse con facilidad en forma de semilla, y sobrevivir en
ambientes mediterráneos de manera asilvestrada o naturalizada (Blanco
et al, 2015).
El almez ibérico,
es un árbol
que habita en áreas mediterráneas o
termomediterráneas con regímenes de precipitación subhúmedo, seco o
semiárido. Se distribuye entre los 150 metros de altitud, en el sur de
la península, y los 1.200 m., de la sierra de Balcés, en Aragón. No
sube a mucha altitud puesto que no soporta los fríos prolongados, ni
las heladas. Ocupa hábitats muy variados, vive en áreas secas, zonas
rocosas, suelos esqueléticos, áreas de vega, bosques de ribera... A
nivel edáfico, prefiere suelos profundos y poco compactados, se
desarrolla en sustratos ácidos y básicos, es capaz de colonizar suelos
inestables (gleras, escarpes, depósitos de laderas...), y es un gran
formador de suelo, ya que produce muchas hojas, y genera una gran
cantidad de humus (Blanco et al, 2015).
Normalmente se presenta en forma de arbolillo de unos 8 metros de
altura, aunque puede alcanzar los 15 metros. Sus hojas son alternas,
presentan tres nervios, y son asimétricas. Las flores son axilares, y
el fruto es drupáceo, tiene un peciolo muy largo, y es muy preciado por
los animales, especialmente por las aves, ya que son prácticamente el
principal medio de propagación de este árbol.
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Ejemplar de almez de gran altura (casi 30 m.) y muy longevo (alrededor
de 150 años).
Es uno de los árboles singulares de la Comunidad de Madrid,
se sitúa en la plaza Murillo, cerca del museo del Prado (Madrid).
Detalle de las hojas y el tronco
del almez.
Fotografías de Alberto Díaz San Andrés, 2016.
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En la península Ibérica aparece en
diferentes ambientes o de diferentes
formas: ocupando espacios abiertos a modo de especie pionera; de forma
aislada, dispersa o en pequeños grupos dentro de algunos bosques
mediterráneos (en encinares, coscojares, pinares...); en áreas de
ribera; y raramente formando bosques de tamaño pequeño o mediano
(Blanco et al, 1997).
En ambientes de ribera puede llegar a crear formaciones con un tamaño
considerable, sobretodo en el este y en el sur de la península Ibérica.
Puede aparecer en vertientes, mezclado con el laurel portugués o loro
(Prunus lusitanica),
en áreas de vega, en terrazas fluviales, en
ramblas... En estos lugares, le suele acompañar Zizyphus
lotus, Nerium
oleander, Tamarix
gallica y T. africana...
(Blanco et al, 1997). Fuera
de las áreas de ribera, los almeces conviven con diferentes especies en
función del entorno en el que estén situados. Puede aparecer con
encinas, coscojas, alcornoques, quejigos, castaños, arces, pinos
piñoneros... o incluso, rodeado de especies laurifolias (Blanco et al,
1997).
Tradicionalmente ha sido una especie muy cultivada, tanto en ambientes
urbanos como en áreas rurales, por la calidad de su madera, su
valor paisajístico y ecológico, sus frutos, que son dulces, y
como fuente de alimento para el ganado.
En general, en España ocupa un gran área dentro de la región
Mediterránea, pero aparece de forma muy dispersa. Se encuentra en el
Pirineo, en el Prepirineo navarro, aragonés y catalán, en las sierras
catalanas y valencianas, en los Montes de Toledo, en algunos puntos de
la provincia de Madrid, en el sistema Bético y Penibético (en concreto,
destacan los almeces situados en el entorno de la cascada de la
Cimbarra, en el municipio de Aldeaquemada, en Jaén), en las sierras de
Extremadura... (Blanco et al, 1997).
En particular, destaca el almezal de Mieza (Salamanca), en el Parque
Natural de Arribes del Duero. Es el bosque de almeces más extenso de
Europa (wikipedia, 2015) debido, en otros factores, a que en los
Arribes se produce según Calonge Cano (1990), un microclima con
inviernos suaves, y veranos largos y ligeramente cálidos, que es muy
propicio para el desarrollo y el crecimiento del almez. |
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página con los bosques
de roble andaluz...
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