|
C1.4. Cartografía del siglo XVII al XIX
En el siglo XVII aún
se mantienen los trabajos de Mercator. Jocomus Hondius compra
las planchas de cobre de algunas obras de Mercator a uno de sus nietos,
y crea el Atlas
Mercator-Hondius (1605), y más tarde la familia Blaeu vuelve
a comprar estas placas y crean nuevos atlas en los que omiten el nombre
de Mercator. Esta familia, representa el auge de Amsterdan y de la
cartografía de los Países Bajos a lo largo de todo el XVII. El
padre, Willem
Janszoon Blaeu (1571-1638) y los hijos, Joan Blaeu y Cornelius Blaeu, son
los cartógrafos más representativos de este siglo. Sus obras más
importantes son: el Atlas
Novus (1635-1658) basado en el mapa de Abraham
Ortelius, Theatrum
Orbis Terrarum (1570), y el Atlas Maior (1662-1667),
una gran obra compuesta por 11 volúmenes, con 594 mapas y casi 3.000
hojas de texto. De estos dos grandes atlas se realizaron numerosas
ediciones, fueron traducidos a muchos idiomas y vendidos en muchos
países.
El siglo XVIII se
considera como un periodo de transición entre la cartografía del siglo
XVII y la cartografía científica contemporánea, que se desarrollará en
estos años y se asentará en los siglos XIX y XX. En el siglo
XVIII aparecen los primeros mapas temáticos, y se realizan numerosos
mapas regionales por medio de sistemas de triangulación, usando relojes
de péndulo, sextantes, teodolitos, anteojos, cronómetros, barómetros...
Además, en este siglo surgen nuevas técnicas para representar el
relieve, como las curvas de nivel (que aparecen por primera vez en
Holanda en 1730), las achures y el sombreado; y también comienzan a
normalizarse las unidades de medida. Con la revolución Francesa
(1789-1799) aparece el sistema métrico decimal por medio de una
propuesta de la Academia de Ciencias, lo que ayudó a que se realizaran
mapas con escalas fijas y proporcionales, y a que se comenzaran a
estandarizar los mapas realizados por los diferentes estados.
A mediados del siglo XVIII comenzaron a crearse los grandes Centros
Topográficos Nacionales. Pronto, los países europeos fueron conscientes
de la necesidad (sobretodo a nivel militar) de crear una cartografía
precisa de sus respectivos territorios. Francia fue el primer país que
realizó un levantamiento y un mapa topográfico completo. La tarea fue
encomendada a César-François
Cassini y a su hijo Jean-Dominique Cassini,
se desarrolló durante la segunda mitad del XVIII y se finalizó en 1793.
Este mapa, se conoce como Carta
Geométrica o Carta de Cassini,
se realizó a escala de 1:86.400, apoyándose en una densa red de
triangulación, y en él están representados los cultivos, los bosques y
los matorrales, por lo que es el primer mapa de vegetación realizado
con precisión.
|
Detalle de la Carta de Cassini en el que se aprecia la región de
Dunkerque (1758).
Disponible bajo licencia Public Domain vía Wikimedia Commons.
|
En el siglo
XIX, a imitación del mapa de
Cassini, surgen mapas topográficos nacionales, mapas batimétricos de
las costas, y servicios cartográficos oficiales (generalmente asociados
a organismos militares) en todos los países de Europa. En 1791, en Gran
Bretaña se crea el Ordenance Survey, que realiza entre 1801 y 1870, a
escala 1:63.360, la primera edición de su mapa topográfico. Además, es
en Inglaterra donde surge el primer
mapa geológico, el Geological
map
Britain de William
Smith (1769), referido a una parte de Gran Bretaña
(Vera et al, 2004).
En España, en 1810, se crea el Depósito de la Guerra, el precedente del
Servicio Geográfico del Ejército, y en 1875 se publica la primera hoja
del mapa topográfico nacional (MTN50). En Italia, el Instituto
Geográfico Militar completa entre 1818 y 1903 su mapa nacional a escala
1:100.000. En Portugal, se levanta entre 1853 y 1892, y se edita entre
1856 y 1904, la Carta
corográfica de
Portugal o Carta geral do Reino,
a escala 1:100.000.
En Suiza, Alemania, Dinamarca y Austria, también se realizan mapas
topográficos a través de los centros militares cartográficos durante el
siglo XIX. Rusia y Estados Unidos también realizan sus primeros mapas
topográficos en este siglo a escala 1:400.000.
Pero, además del desarrollo de los mapas topográficos, el siglo XIX
también se caracteriza por la revolución industrial, por el nacimiento
del ferrocarril, la invención del telégrafo... En este siglo se produce
un gran cambio cultural, tecnológico, social y científico, que va a
repercutir positivamente en los mapas. En el siglo XIX, se crea una red
de cables submarinos a través de los océanos que obliga a iniciar los
levantamientos de la topografía del fondo del mar en todo el planeta.
También se aprecia en estos momentos una mejora en la producción y en
la impresión que permite generar un mayor número de mapas de gran
calidad con un coste bajo. Los mapas llegan al gran público a través de
libros, revistas, periódicos... Además la ciencia de la geografía,
adquiere un gran desarrollo, y cambia su visión descriptiva por una
visión más científica y analítica, gracias a la labor de científicos
como Alexander
von Humboldt (1769-1859)
y Karl Ritter (1779-1859).
También, en el siglo XIX comienzan a aparecer los primeros atlas
nacionales, en los que se incluyen muchos mapas temáticos
de
vegetación, clima, geología, economía... Los alemanes, son los primeros
que publican un atlas importante gracias a Instituto Geográfico de
Gotha. Aunque pronto los franceses, por medio de Vidal de la
Blache y de Vivien de Saint-Martin,
y los ingleses a
través de Standford y Johnston, publicaron
también sus respectivos atlas nacionales. |
Continúa en la siguiente
página con la historia
de la cartografía del siglo XX y XXI...
|
|
|
|
|
|
www.biogeografia.net
|