Introducción a los bosques de España
España posee bosques muy
variados y de gran valor,
a pesar de que históricamente han sido eliminados y degradados por la
acción humana, y por lo tanto en la actualidad tan sólo queda un
pequeño porcentaje de la gran cantidad de bosques que había en el
pasado (Ferreras y Arozena, 1987; Rubio, 1989; Ferreras 1999; Blanco et
al, 1997).
Los análisis paleopolínicos indican que desde el Plioceno hasta el
Cuaternario
reciente la Península Ibérica estaba cubierta de pequeños enclaves
estépicos junto con grandes superficies arboladas con bosques de
frondosas (fagáceas), coníferas (Pinus
y Juniperus)
y bosques mixtos de frondosas y coníferas, cuyas extensiones fueron
variando en función de las fluctuaciones del clima (Costa Tenorio y
col., 1992; Blanco et al, 1997). Actualmente,
prácticamente no existen bosques naturales, todos (en mayor o menor
grado) han sido manipulados por el ser humano. Los bosques vírgenes, ya
son sólo escasos vestigios de lo que fueron, y la mayor parte de los
bosques que podemos encontrar hoy en día son comunidades vegetales de
menor categoría (etapas de sustitución) y bosques totalmente
antropizados (dehesas, bosques madereros...) (Ferreras y Arozena, 1987).
Aún así en España todavía existe una gran variedad de bosques gracias a
los diversos factores
naturales
que influyen sobre la península Ibérica y las islas. España se
encuentra en el extremo suroccidental de Europa, entre el Océano
Atlántico, el Mar Mediterráneo y el norte de África. Climáticamente se
sitúa influenciada por las altas presiones subtropicales, y las masas
tropicales y polares, por lo que en su territorio existen áreas con
climas templado, mediterráneo o subtropical (además de pequeñas áreas
desérticas o subdesérticas y áreas de alta montaña). La orografía,
también muy variada, modifica los regímenes de temperaturas y
precipitaciones, y genera numerosos ambientes y microclimas (vegetación
de solana, umbría, ribera, dunas, arenales...), además de numerosos
endemismos. El sustrato geológico en España también es muy rico por lo
que ofrece muchos tipos de relieves (mesas estructurales, relieves
graníticos, cuarcíticos, arcillo) y de suelos (suelos calcáreos, suelos
ácidos, arcillosos...).
Toda esta variedad de bosques,
pueden ser clasificados teniendo en cuenta criterios biogeográficos
(por lo tanto también climáticos, paleobiogeográficos y paisajísticos)
en cuatro grandes tipos
de bosques: eurosiberianos, mediterráneos y canarios o
macaronésicos, y bosques no autóctonos.
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