Bosques
de acebos (Ilex
aquifolium) y lauredas
(Laurus nobilis)
Bosques de acebos, acebedas (Ilex aquifolium)
El acebo (Ilex aquifolium)
tiene una amplia distribución en Europa (principalmente en la región
eurosiberiana o medioeuropea), aunque al sur, en torno a la región
Mediterránea, aún mantiene algunas poblaciones, sobretodo en áreas con
humedad alta, como en las laderas de las montañas (Ferreras, 1987;
Blanco et al, 1997).
En la península Ibérica aparece sobretodo en el norte, en áreas húmedas
y no excesivamente frías. Se adapta muy bien a las temperaturas y las
precipitaciones de los climas oceánicos, pero tiende a alejarse de
áreas muy frías y/o continentales (Blanco et al, 1997). Edáficamente,
se asienta sobre suelos ácidos, húmedos y con cierta profundidad
(Blanco et al, 1997).
Ejemplar de acebo de gran altura. La acebeda de Robregordo (Madrid,
España). Fotografía de Alberto Díaz, 2015.
Sus características morfológicas son similares a las de las especies
lauroides (típicas de climas subtropicales), a pesar de ser una especie
adaptada a los climas templados y fríos (Blanco et al, 1997). Sus hojas
son persistentes, lustrosas, planas, brillantes, de color verde oscuro
y presentan normalmente varias espinas punzantes muy pequeñas, aunque a
veces aparecen con el borde casi entero, con sólo uno o dos dientes
(Ferreras, 1987). El acebo (como puede verse en las imágenes) presenta
unas frutillas rojas (cuando están maduras), redondas y pequeñas, que
son muy apreciadas por muchos animales, especialmente las aves.
A la izquierda: hojas de acebo con fruto; a la
derecha arriba: hojas de
acebo con el borde
sin espinas; y a la derecha arriba: hojas de acebos con el borde con
espinas. Acebeda de Robregordo (Madrid, España). Fotografías
de Alberto Díaz,
2015.
El acebo se puede mostrar en forma de árbol o arbolillo (de hasta 14
metros) o en forma de arbusto. Vive aislado, en pequeños grupos, en
pequeños bosquetes puros (acebedas), o de forma esporádica dentro de
bosques de robles, hayas, pinos o encinas, y de forma ocasional, en
algún bosque de ribera (Blanco et al, 1997).
A continuación se muestran varias imágenes de la acebeda de Robregordo
(Comunidad de Madrid) en la que esta especie domina estrato arbóreo
junto con robles y otros árboles, e imágenes del pinar de pino
silvestre de Rascafría (en Rascafría, Madrid), en donde aparecen
algunos arbolillos de acebos formando parte del estrato subarbóreo o
arbustivo del bosque.
Varias imágenes de la acebeda de Robregordo (Madrid) en la que el acebo
ha formado un gran bosque junto con robles y otras especies (ver imagen 1, imagen 2 y imagen 3). Fotografías de
Alberto Díaz, 2015.
Imagen de un pinar de pino albar o silvestre situado cerca del arroyo
de Valhondillo (en Rascafría, Madrid). En la fotografia se aprecia que
el estrato
arbóreo está dominado por pinos (Pinus
sylvestris), en el subarbóreo y arbustivo aparecen
ejemplares
jóvenes de pinos y acebos (en el centro) y el herbáceo esta cubierto de
helechos y otras especies. Fotografía de Alberto Díaz, 2015.
Aunque no es frecuente, en España existen bosques puros de esta
especie muy interesantes y relativamente grandes. Las
acebedas tienden a establecerse en áreas especialmente óptimas para el
acebo: en valles, vaguadas, pequeñas depresiones, cabeceras de río,
laderas umbrosas...
Estas acebedas, tienden a ser muy densas, en ellas, las copas de los
árboles suelen tocarse. En estos bosques es muy común ver que alrededor
de cada acebo suela haber pequeñas plantas de la misma especie, puesto
que este árbol es capaz de sacar renuevos desde el interior del tronco,
y generar brotes de raíz y de cepa. El dosel arbóreo de las acebedas es
prácticamente continuo y permanece a lo largo de todo el año, por ello,
en el interior entra muy poca luz, y el sotobosque siempre es muy pobre
(Blanco et al, 1997). Como se puede ver en las siguientes fotografías,
las formaciones de acebos son muy características y peculiares.
Exterior e interior de una acebeda. Acebeda
de Robregordo (Madrid). Fotografía de Alberto Díaz, 2015.
En las acebedas, el estrato arbóreo está dominado por acebos de 5 a 8
metros de altura. En los estratos inferiores aparecen muy pocas
especies. No existen especies adaptadas a aprovechar pequeños periodos
de luz, ni matas, ni un estrato herbáceo continuo, solamente aparecen
especies perennes, umbrófilas y eurosiberianas, tales como la anémona
de bosque o flor del viento (Anemone
nemorosa), la Oxalis
acetosella, la saxifraga (Saxifraga spathularis),
la fresa silvestre
(Fragaria vesca)...
(Blanco et al, 1997).
Estrato |
Especies |
Árboles
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Los acebos (Ilex aquifolium)
dominan este estrato. |
Arbustos |
No suelen
aparecer especies de arbustos destacables. Los únicos arbustos suelen
ser pequeñas matas de acebos. |
Hierbas |
No hay una
gran variedad de especies. Puede aparecer alguna planta umbrófila y
eurosiberiana como la anémona de bosque o flor del viento (Anemone nemorosa),
la Oxalis acetosella,
la saxifraga (Saxifraga
spathularis), la sanícula (Sanicula europaea),
la fresa silvestre (Fragaria
vesca), la hierba del ermitaño (Geum sylvaticum)... |
Principales
especies en las acebedas (Blanco, et al, 1997). |
Fotografía de unos acebos jóvenes. En el siguiente enlace se puede ver otra
imagen de ejemplares jóvenes de acebos. Acebeda de Robregordo (Madrid).
Fotografía de Alberto Díaz, 2015.
En España, es una especie protegida, debido a que su población se ha
visto reducida en los últimos años. El acebo ha sido explotado como
adorno navideño, como fuente de madera (pues su leña es resistente a la
pudrición), como refugio para el ganado... Además sus poblaciones han
sido eliminadas y modificadas, y es difícil (aunque no imposible)
encontrar masas de acebos con un estado óptimo de conservación.
Aun así, actualmente, aún aparecen acebos en Galicia, la cordillera
Cantábrica, Euskadi, los Pirineos (sobretodo en el Pirineo Navarro y en
el Prepirineo), el Sistema Ibérico y la cordillera Costero-catalana. En
el sur de la Península, las masas de acebos son mucho más escasas que
en el norte, prácticamente sólo aparecen poblaciones dispersas y
aisladas en el sistema Central, y en el sistema Penibético (Blanco et
al, 1997). En la parte más al sur de la península solamente hay acebos
en las áreas más frescas de la sierra del Aljibe, en Cádiz (Blanco et
al, 1997).
Se pueden observar bosques de acebos bien conservados en puntos
concretos de la península Ibérica (según Blanco et al, 1997) en el
Teixedo en Queixa (Ourense), en el Monte de Vara (Lugo), en el
Puerto del Trayecto (León), en Cobertoira (en la sierra de Gamonal,
Asturias), en La Povada (Soria), en Gallinero (en la sierra de
Montesclaros, Segovia), en Prádena (Segovia), en el Barranco de
Ramiscal (Portugal), en el Alto Bibey (Zamora), las Acebeas (en
Cazorla, Jaén)...
A continuación, se muestra una imagen aérea de la acebeda de
Robregordo, en Madrid (España).
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