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Bosques
de roble albar (Quercus
petrea)
El roble albar, albero o peciolado (Quercus
petraea), se sitúa en la
transición del clima atlántico y el clima mediterráneo. Aparece en las
vertientes meridionales del piso montano de la cordillera Cantábrica y
de los Pirineos, y en algunos valles interiores de la península
Ibérica, salvo en Portugal (Blanco et al, 1997).
Es más tolerante al frío y a la sequía que el roble común, y puede
soportar los suelos calizos (Rubio, 1989) y silíceos (Blanco et al,
1997). Generalmente ocupan suelos pobres en nutrientes, pero sueltos y
bien aireados (Blanco et al, 1997). A nivel altitudinal, en ocasiones,
llega a alcanzar los 1.500 metros de altitud (Ferreras, 1987).
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Roble albar de grandes dimensiones situado en el robledal de Betelu (en
Garralda, Navarra). Fotografía de Alberto Díaz, 2019.
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El roble albar es un árbol que puede llegar
hasta los 35 metros de
altura. Su copa es amplia y regular, y su corteza es de color
ceniciento o pardusco, en función de su edad. Las hojas miden unos 5 a
21 cm. de largo por 2 a 15 cm. de ancho, la forma puede ser lanceoada u
obovadas y pueden tener el borde lobado o subpinnatificado (Castroviejo
et al, 1986-2012). Se diferencia del resto de los robles de la
península porque sus hojas tienen un pecíolo muy largo, en cambio, las
bellotas, tienen un pedúnculo muy corto, que hace que éstas parezcan
estar prácticamente unidas a la rama (Ferreras, 1987).
Para diferenciarlo del resto de los robles se recomienda ver
la guía de robles de la península
Ibérica creada para la web.
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Hojas de roble albar. Fotografía de Alberto Díaz, 2019.
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Este tipo de roble normalmente aparece mezclado con otros árboles como
el fresno, el abedul, el haya (con el que comparte muchas
características mesológicas) o el roble carvallo o común (Ferreras,
1987; Blanco et al, 1997). Aunque también puede formar bosques
monoespecíficos en los que suele haber un estrato arbolado, arbustivo y
subarbustivo muy variado, y generalmente acidófilo (Blanco et al,
1997). En el estrato arbóreo suelen aparecer varios tipos de robles
(Quercus
pyrenaica, Q. robur, Q. humilis...),
abedules (Betula alba y B. pendula), acebos
(Ilex
aquifolium), hayas (Fagus
sylvatica)... Entre los arbustos destacan el
arándano (Vaccinium myrtillus), la escorodonia (Teucrium scorodonia),
los serbales (Sorbus aria y S. aucuparia)... y
en el
estrato herbáceo destacan los helechos y algunas hierbas
como Melampyrum
pratense, Lathyrus montanus, heno común
(Deschampsia flexuosa), Galium
rotundifolium... (Blanco et al, 1997).
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Roble albar (en primer plano) junto con ejemplares de hayas alrededor,
en Betelu (Garralda, Navarra). Fotografía de Alberto Díaz, 2019.
Roble albares junto con hayas jóvenes, en Betelu (Garralda, Navarra).
Fotografía de Alberto Díaz, 2019.
Roble albares jóvenes, en Betelu (Garralda, Navarra). Fotografía de
Alberto Díaz, 2019. |
Las etapas de sustitución de estos bosques está representada
por piornales y escobonales (Cytisus scoparius, C.
cantabricus, Genista
florida, G. obtusiramea...), brezales (Erica
arborea y E. australis), helechos...
(Blanco et
al, 1997)..
Estrato |
Especies |
Árboles
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Suelen
aparecer junto con el roble pendulado (Quercus petrea),
otros
tipos de robles (Quercus
pyrenaica, Q. robur, Q.
humilis...), abedules (Betula
alba y B. pendula),
acebos (Ilex aquifolium),
hayas (Fagus sylvatica),
castaños...
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Arbustos |
Arándano (Vaccinium myrtillus),
escorodonia (Teucrium
scorodonia),
serbales (Sorbus aria y S. aucuparia)... |
Hierbas |
Melampyrum pratense, Lathyrus
montanus, heno común (Deschampsia
flexuosa), Galium
rotundifolium, el helecho Blechnum spicant, Saxifraga spathularis,
Luzula sylvatica subsp. henriquesii, Linaria triornithophora... |
Principales
especies de los robledales de roble pendulado (Blanco, et al, 1997). |
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Robles
albares con enebros en Betelu (Garralda, Navarra). Fotografía de
Alberto Díaz, 2019. |
En España el roble pendulado se sitúa principalmente en la mitad
septentrional, aunque también esta presente en el centro y en el sur.
Aun así, los bosques puros de roble pendulado son poco frecuentes y
existen pocas masas con un buen estado de conservación porque los
bosques mixtos son más habituales, porque en España se encuentran en su
límite meridional y por la gran calidad de su madera que ha sido
explotada por el ser humano desde hace mucho tiempo (Blanco et al,
1997).
En el norte peninsular aparece en casi todas las montañas desde Galicia
hasta Cataluña, formando bosques puros y mixtos. En este área destacan
los bosques de roble albar de El Caurel (Lugo), el bosque de Vilarello
de Donís (Lugo), la sierra de Ancares (León), sierra de Peñalabra
(Palencia y Cantabria), el Macizo de Oroz-Betelu (Navarra), el valle de
Arán (Lérida), la sierra de la Albera (Girona), la vall de Ribes
(Girona), el parque del Montnegre (Barcelona), el Montseny
(Barcelona)...
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Robledal de Oroz-Betelu, en donde los robles albares aparecen junto con
hayas, enebros, acebos, castaños... Fotografía de Alberto Díaz, 2019. |
En el centro de la península Ibérica, también forma algunos bosques de
interés, aunque menos numerosos, en el Sistema Ibérico, en la sierra de
la Demanda, en el Moncayo, en el Sistema Central, en concreto, en
Ayllón, Somosierra y el valle del Paular, y en la sierra de Valdemeca
(Cuenca) en donde se sitúa el bosque de roble pendulado mas meridional
(Ferreras, 1987; Rubio, 1989; Blanco et al, 1997).
A continuación se muestra una fotografía aérea de unos de los mejores
bosques de roble albar y roble común de España, el bosque de Muniellos
(en Asturias):
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Bosque mixto de roble común y roble albar, en Muniellos (Asturias).
Basado en el MFE50 hoja de Asturias.
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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Continúa en la siguiente
página con los bosques
de tilos, álamos y avellanos...
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