Costas
En las costas, en áreas en contacto entre el
mar y la tierra se pueden apreciar los siguientes elementos o
formaciones derivados de la acción de las olas y el mar:
- Acantilados:
se distinguen fácilmente por las sombras que se proyectan en la
fotografía, puesto que aunque estas formas tienen una altura variable
(de unos metros o de cientos metros) siempre presentan una gran
pendiente muy definida. Los acantilados suelen estar asociados a
relieves abruptos y rocosos en donde hay materiales coherentes de
cualquier naturaleza, aunque son comunes en rocas metamórficas,
volcánicas y algunos tipos de rocas sedimentarias (arenisca, calizas,
margocalizas...).
Generalmente estas áreas se ven afectadas
directamente por la acción erosiva constante del agua del mar. En
algunas zonas se pueden observar islotes o rampas rocosas de abrasión
que muestran la potencia erosiva de las olas (y los materiales
transportados en ellas) y el viento, y testifican el retroceso del
frente del acantilado (Muñóz, 1992).
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Acantilados en Punta de Candeeira (La Coruña).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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- Deltas:
estas formas se asocian con ríos con un gran caudal, se sitúan en su
desembocadura o próximas a ellas y suelen tener forma triangular o en
abanico. Se crean por la acumulación detrítica de los depósitos
sedimentarios aluviales (principalmente arenas y limos) transportados
por el río que ni las mareas, las olas, el viento o las corrientes han
podido desplazar. Dentro de los deltas suele haber lechos
anastosomados, lagos, turberas, salares, complejos de dunas, playas,
marismas.... Debido a la acción conjunta y constante de los ríos y el
mar, suelen ser formaciones muy inestables que varían continuamente a
lo largo del tiempo.
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Punta del Delta del Ebro (Tarragona).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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- Desembocaduras:
es fácil apreciar en las fotografías aéreas el momento en el que los
ríos llegan al mar. Generalmente son lugares de gran actividad
biológica dado a la gran cantidad de depósitos y nutrientes que tienden
a acumulares en estas áreas.
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Desembocadura del río Júcar en Cullera (Valencia).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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- Marismas:
son superficies pantanosas formadas por limos y arcillas que se
encuentran cerca de la costa y se inundan durante las mareas altas. Son
áreas muy planas y bajas y suelen situarse cerca de la desembocadura de
los ríos o en entrantes de mar cerrados o profundos en donde no llegan
las olas y los vientos marinos y por lo tanto, pueden decantarse
partículas muy finas. Suelen formarse de forma natural y artificial
(debido a construcciones humanas) y son fáciles de reconocer en las
fotografías aéreas (Muñóz, 1992).
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Lucio del Portugués y Lucio de lobo Chico en las Marismas de Doñana
(Huelva).
Se recomienda ver el área a menor escala para poder apreciarlo mejor.
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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- Playas:
son formas litorales de acumulación creadas por la deposición de
materiales transportados por los movimientos marinos, fijados por
organismos marinos o formados por la sedimentación de los materiales
cercanos a la playa, y se caracterizan porque forman una pendiente muy
suave que se dirige hacia el mar. Muchos estudios demuestran que la
mayor parte de los materiales que aparecen en la playa tienen un origen
fluvial o fluvioglaciar y han sido retomados por la dinámica litoral e
impulsados de nuevo hacia el continente, aunque algunos elementos
(principalmente conchas, caparazones, corales...) sí proceden del
interior del mar (Muñoz, 1992).
Existen varios tipos de playas: playas rocosas, playas arenosas, playas
con dunas, playas artificiales, playas interiores, calas...
Las playas rocosas
son acumulaciones de partículas sueltas de gran tamaño (gravas, cantos
y bloques) que debido a la acción del mar y las olas suelen tener
formas desgastadas o redondeadas. En las fotografías aéreas suelen
mostrar colores oscuros, aunque esto depende del color del material
originario.
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Playa de Armanzá y El Burro en Coaña (Asturias).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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Las playas
de arena se forman por la acumulación en el litoral de
materiales sueltos de tamaño medio (arenas gruesas o finas) y algunas
partículas de tamaño fino (limos y arcillas), aunque éstas últimas se
muestran en menor proporción puesto que debido a su tamaño son más
fáciles de transportar por el viento o las olas. Generalmente en las
fotografías suelen tener colores muy claros, aunque existen rocas (como
los basaltos) que generan playas de colores oscuros.
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Punta de Faro y ensenada do Esteiro en Viveiro y Xove (Lugo).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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Las playas
con dunas se forman por la acción erosiva del viento en
áreas en donde hay una considerable acumulación de carga arenosa. Estas
áreas con dunas son comunes en playas, cerca de la costa, aunque
también pueden darse en el interior. Suelen tener colores claros o muy
claros, y en ellas se puede apreciar fácilmente el bandeado de
la
arena. Además, en función de la resolución de la fotografía y del
tamaño de la duna, puede observarse la dirección habitual del
viento y la forma de las dunas.
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Playa con dunas en el Parque Nacional de Doñana (Huelva).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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Las playas
artificiales son acumulaciones de arena situadas
generalmente en la costa, creadas por el ser humano. Suelen
distinguirse fácilmente en las fotografías aéreas cuando el material
del que se ha rellenado la playa contrasta con el color de las rocas
del entorno.
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Playa de Las Teresitas en San Andrés (Santa Cruz de Tenerife).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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Las playas
interiores son playas situadas en el interior, no
demasiado alejadas de la costa. Se forman por movimientos de
penetración del mar en la tierra y en las orillas de algunos ríos.
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Playa de Gulpiyuri en Llanes (Asturias).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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Por último destacan las calas que son playas
de pequeño tamaño.
- Rías: son
partes del río próximas al mar en donde debido a la influencia de las
mareas se mezclan las aguas dulces del río y las aguas salobres del
mar. Las rías se forman cuando un valle costero (no glaciar)
queda sumergido bajo el mar por la elevación del nivel de agua. En
España son famosas las rías altas y bajas de Galicia, y las rías de
Asturias y el País Vasco.
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Ría de Mundaka (Mundaka, Vizcaya).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España.
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- Islas:
son superficies de tierra, de tamaño muy variable, rodeadas por una
gran masa de agua. Son fáciles de identificar en fotografía aérea, de
hecho, suele apreciarse en ellas claramente cual es el tipo de isla y
su origen (continental, volcánica, coralina, sedimentaria o fluvial).
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Isla de Tabarca (Alicante).
Imagen del PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España. |
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de geología...
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