10.2. Asociación y especies características.
El concepto de asociación
fue estudiado por la escuela de Uppsala y la escuela de fitosociología
de Zurich-Montpellier, pero fue a partir de la difusión del método
fitosociológico de Braun-Blanquet, cuando el término de asociación fue
tomando valor y convirtiéndose en la unidad básica de la fitosociología
(Ferreras Chasco, 1999).
Según el propio Braun-Blanquet el término
de asociación vegetal
designa "una comunidad vegetal más o menos
estable y en equilibrio con el medio, caracterizada por una composición
florística determinada, en la cual se determinan elementos exclusivos
(...) que indican, con su presencia, una ecología particular y
autónoma" (Braun-Blanquet, 1932, 1964 en Lacoste, 1973). También se
puede definir de manera más simple, según la concepción de Alain
Lacoste (1973), según la cual una asociación es "un conjunto de
especies vegetales que viven en común por razones muy diversas, en
donde, los fenómenos de competencia superan, en general, a los de
cooperación".
Aunque la versión más moderna y compleja del
concepto
de asociación es la ofrecida por Rivas Martínez (1987,
1995)
en donde la asociación es un “tipo concreto de comunidad vegetal que se
caracteriza por tener unas determinadas cualidades mesológicas, una
distribución geográfica concreta, y una composición florística
determinada, y estadísticamente homogénea y constante”. Según
Rivas-Martínez (1995), dentro de una asociación existen “especies
características y diferenciales propias, estadísticamente fieles a
ciertas residencias ecológicas en un biótopo dado y en un momento
estructuralmente estable de la sucesión”, de manera que en una
asociación siempre aparece una composición florística característica,
que Braun-Blanquet define como "particular y autónoma". Dicho de manera
más sencilla, junto a determinadas especies vegetales suelen aparecer
asociadas ciertas plantas, que viven normalmente juntas de manera
natural, de forma que se establece entre las especies una serie de
"vínculos sociales".
La asociación entre ciertas especies
vegetales, y entre la vegetación y el medio, no es casual, sino causal
y por lo tanto, se puede analizar los nexos, enlaces o factores que
determinan la unión entre las distintas especies, fundamentalmente, a
través de los inventarios
fitosociológicos. De esta forma, como señala
Ferreras Chasco (1999), las especies se convierten en
indicadores
biológicos de su hábitat, de su medio y de otras especies.
Todas
las especies vegetales aportan una gran cantidad de información
genética, ecológica y biogeográfica, aunque no todas las plantas poseen
el mismo valor informativo, ni el mismo grado de fidelidad, por ello,
se distingue entre especies características o exclusivas,
diferenciales, selectivas, preferentes, compañeras y accidentales
(Rivas Martínez, 1987; Alcaráz Ariza, 2008).
- Las especies
características o exclusivas
son especies presentes sólo en una
determinada asociación (o en un determinado grupo de comunidades en el
caso de características de unidades superiores) o que aún estando
presentes en varias asociaciones muestran una marcada preferencia por
una concreta de ellas. Las especies características no son un bloque
homogéneo,
sino que pueden dividirse en especies exclusivas, electivas y
preferentes, según su mayor o menor confinamiento en una comunidad o
grupo de comunidades concretos. Las mejores plantas características
serán, en
consecuencia, especies de exigencias ecológicas muy estrictas, con un
área
de distribución muy restringida o con ambas cosas a la vez. Un
endemismo
especializado sería sin duda, una especie característica ideal
(Ferreras Chasco, 1999).
- La especie diferencial
es aquella
que no están ni mucho menos restringida a una determinada comunidad,
pero que dadas dos comunidades vegetales florísticamente próximas, sólo
se presenta en una de ambas, estando ausente en la otra (Alcaráz Ariza,
2008).
- La especie selectiva,
es una especie con clara preferencia por una determinada comunidad
vegetal (Alcaráz Ariza, 2008).
-
La especie preferente,
es aquella que aunque se presenta en varias
comunidades, es más abundante o presenta mayor vitalidad en la
comunidad objeto de estudio (Alcaráz Ariza, 2008).
- La especie compañera
o indiferente
no muestra una preferencia marcada por ninguna comunidad vegetal
(Alcaráz Ariza, 2008).
- La especie accidental,
es aquella que tiene claramente su óptimo en otra comunidad (Alcaráz
Ariza, 2008).
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