5.9. Viento
El viento es otro importante factor, se
genera por el movimiento de las capas de aire, y es especialmente
determinante en costas, llanuras, desiertos y crestas de montañas, en
donde su fuerza es mucho mayor. El viento influye sobre los seres vivos
pero también sobre los microclimas y sobre otros factores como la
temperatura, la humedad, el fuego o la nieve.
Los parámetros más
importantes del viento son: la dirección y la velocidad.
La dirección se determina en función del
punto cardinal desde el que se origina el viento, por medio de veletas
o por mangas de viento, por ejemplo un viento del este, viene del este
y se dirige hacia el oeste. La velocidad
se mide por medio de anemómetros en km/h, m/s, o en nudos, y se puede
comparar mediante la escala de Beaufort (1805):
Grado |
Veloc.
(Km/h) |
Nombre |
Características |
0 |
0 a 1 |
Calma |
El humo sube verticalmente y el mar aparece
despejado. |
1 |
2 a 5 |
Ventolina |
El humo indica la dirección del viento. En
el mar hay pequeña olas, pero sin espuma. |
2 |
6 a 11 |
Flojito
(brisa muy
débil) |
Perceptible en la cara, agita las hojas de
los árboles. Se ven rizos sobre el agua de lagos y estanques, y en el
mar hay crestas de apariencia vítrea, sin romper. |
3 |
12 a 19 |
Flojo
(brisa ligera) |
Se agitan las hojas y las ramitas. Hay
pequeñas olas de aspecto cristalino sobre lagos y estanques. En el mar
se ven pequeñas olas y crestas rompientes. |
4 |
20 a 28 |
Bonancible
(brisa moderada) |
Se levanta polvo y papeles, y se agitan
algunas ramitas y las copas de los árboles más jóvenes. En el mar se
ven borreguillos numerosos, y olas cada vez más largas. |
5 |
29 a 38 |
Fresquito
(brisa fresca) |
Agita árboles pequeños, hojas y ramas
medianas sin hojas. Se forman olas medianas y constantes sobre los
lagos. En el mar aparecen olas medianas y alargadas, y borreguillos muy
abundantes. |
6 |
39 a 49 |
Fresco
(brisa fuerte) |
Las personas tienen dificultad para abrir
el paraguas y se oye el viento por las calles. Se mueven las ramas
gruesas y árboles pequeños. En el mar comienzan a formarse olas
grandes, crestas rompientes, espuma... |
7 |
50
a 61 |
Frescachón
(viento fuerte) |
Las
personas tienen dificultad para caminar en contra del viento. Se mueven
los árboles grandes y se agitan fuertemente los árboles medianos.
Aparece mar gruesa con espuma, arrastrada en dirección del viento. |
8 |
62
a 74 |
Temporal
(viento duro) |
Es
difícil caminar en contra del viento. Se quiebran las copas de los
árboles, mueve árboles gruesos y rompe algunas ramas. En el mar se ven
grandes olas rompientes y franjas de espuma. |
9 |
75
a 88 |
Temporal
fuerte (viento muy duro) |
Es
imposible andar en contra del viento, produce daños en algunas casas y
puede arrancar tejas. En los árboles daña las ramas medianas y arranca
a los más débiles. En el mar hay olas muy grandes y rompientes, y la
visibilidad es mermada. |
10 |
89
a 102 |
Temporal
duro (temporal) |
Produce
daños en las construcciones. Arraca árboles jóvenes y gruesos, y
troncha algunos. En el mar hay olas muy gruesas con crestas
empenachadas. La superficie del mar aparece blanca. |
11 |
103
a 117 |
Temporal
muy duro (borrasca) |
Destrucción
en todas partes, lluvias muy intensas y altas inundaciones. En el mar
hay olas excepcionalmente gran, la mar está completamente blanca y la
visibilidad es muy reducida. |
12 |
más
de 118 |
Temporal
huracanado (Huracán) |
Voladura
de autos, árboles, casas, techos y personas. Puede generar un huracán o
un tifón. En el mar hay olas hay olas excepcionalmente grandes, mar
blanca y visibilidad nula. |
Escala de
Beaufort (1805) tomado de Cuadrat y Pita (2000), y Wikipedia. |
El régimen de vientos de una localidad se
representa sobre una rosa de los vientos en la que se indica el número
de días y la dirección de los vientos predominantes.
El viento y las plantas.
Los efectos del viento
sobre los seres vivos son muy variados, y en ocasiones determinantes.
En las plantas cabe destacar:
- El primer lugar, el viento tiene un
importante papel en la distribución de las semillas y las esporas (ver
en el capítulo de distribución, la anemocoría y la anemogamia).
- El viento generalmente crea un efecto de
desecación, aunque por otro lado, reduce el riesgo de heladas.
Dependiendo de la situación atmosférica, el viento modifica la
temperatura del aire. En áreas de montaña, hace que el frío sea más
intenso, aunque normalmente el viento mueve el aire generando calor.
- En áreas situadas a una gran altitud, el
viento es una de las causas (junto con la nieve principalmente) que
provoca el enanismo en algunas especies vegetales.
- El viento influye en la distribución de la
vegetación. Determina el límite de algunos bosques puesto que al
desecar los brotes en los periodos fríos, impide que la vegetación se
desarrolle. En teoría, no hay bosques si velocidad del viento a 10
metros de altura es igual o superior a 6 m/s (Alcaráz Ariza, 2008). Si
esto se produce y no puede haber bosque por la fuerza de viento,
tampoco estarán los animales asociados a dicho bosque. En los Alpes el
límite de los bosques alcanza los 2.300 m., mientras que en Auvernia,
donde los vientos son más fuertes, el límite de los bosques apenas
sobrepasa los 1.450 m. lo que obliga a las hayas de la zona a crecer de
forma achaparrada (Lacoste, 1973).
- En general, es más fácil que las yemas de
las plantas de la parte de barlovento de una montaña se dañen más que
las que están situadas a sotavento por el efecto del viento.
- En áreas con dunas el viento desentierra y
entierra las especies vegetales, determinando el crecimiento y la
zonación de los taxones que se desarrollan entre la arena.
Por lo tanto, el viento puede tener efectos
positivos o negativos sobre las plantas. Un viento suave asegura la
renovación del aire que se sitúa alrededor de los estomas, facilita la
absorción de dióxido de carbono, suele tener ser efecto dinamizador en
la fotosíntesis, actúa como agente dispersor de las semillas y esporas
(anemocoría), y además evita las heladas y las temperaturas
excesivamente altas. Por el contrario, un viento fuerte obliga a la
planta a aumentar su transpiración lo que puede provocar el cierre de
los estomas y la parada de la actividad fotosintética, además de
originar daños mecánicos en la planta, pueden provocar la fractura y la
deformación de los árboles, o directamente su destrucción. Aunque
también puede provocar erosiones cuticulares por fricción del follaje o
abrasión con los elementos que transporta: polvo, nieve, sal, agua
salada... (Ferreras Chasco, 1999, 2000).
En áreas donde el viento es fuerte y
constante la configuración de la vegetación está determinada por los
vientos predominantes. En algunas especies como las gramíneas estimula
el abatamiento, es decir, hace que muchas plantas de la formación estén
tumbadas. En otras ocasiones, puede provocar la aparición de troncos
inclinados, formas achaparradas, almohadilladas, postradas, rastreras o
entablado. Los árboles que crecen de manera aislada o en la primera
línea de los agrupamientos vegetales son especialmente susceptibles al
viento, y por ello se ven obligados a crecer inclinados y con las ramas
orientadas al sentido hacia el que normalmente se dirige el viento, son
los llamados árboles bandera (Ferreras Chasco, 1999, 2000).
En función del tipo de
deformación provocada por el viento, Yoshino (1973),
divide a los árboles en cuatro categorías:
1. árboles con tronco casi vertical, pero
ramas muy curvadas a sotavento debido a los vientos dominantes que hubo
durante su crecimiento.
2. árboles con troncos verticales y ramas de
barlovento rotas por el viento y la nieve.
3. árboles con tronco y ramas muy deformadas
por el viento.
4. árboles con tronco inclinado a sotavento,
pero copa casi simétrica debido a fuertes vientos ocasionales.
En función de la intensidad
de las deformaciones producidas por el viento Barsch
(1963) distingue seis tipos de árboles teniendo en cuenta la silueta
del árbol:
0. sin deformación aparente.
1. deformación débil, ligera disimetría de
la copa, y ramas menores curvadas hacia el lado abrigado.
2. copa netamente disimétrica, ramas
expuestas al viento fuertemente curvadas hacia el lado abrigado.
3. forma de bandera imperfecta, casi sin
ramas del lado del viento.
4. forma de bandera perfecta, sin ramas del
lado del viento.
5. forma mutilada, copa y tronco fuertemente
inclinados hacia el lado contrario al viento.
6. forma rampante, tumbado a ras del suelo.
Por todo esto, debido a la acción del
viento, algunas plantas han desarrollado capacidades especiales para
poder adaptarse a este factor. Los caméfitos pulvinulados crecen de
forma almohadillada con las yemas protegidas en el interior de la
maraña de ramas, mientras que otras especies desarrollan unos complejos
sistemas de fijación al suelo (con raíces muy numerosas o muy gruesas)
o aprovechan la protección de otras especies.
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