1.3.3. Edad Media.
Este periodo histórico de la civilización
comprende desde el año 476, con la caída del imperio romano de
Occidente, hasta 1492 con el descubrimiento de América (y otros
territorios) o el 1453 con la caída del imperio bizantino, según
diferentes fuentes.
En general, la edad Media,
fue un periodo oscuro para la ciencia, sobretodo en Europa. La
imposición de la fe sobre la razón, frenó o limitó en gran medida el
desarrollo de la ciencia (y de la biogeografía), y provocó una crisis
grave en el pensamiento occidental que duró casi 1.000 años, y que no
se pudo superar hasta el Renacimiento.
El conocimiento se encerró en los
monasterios, en donde los escribas y copistas se limitaban, en general,
a reproducir manualmente los textos clásicos de épocas pasadas.
Generalmente, los pensadores de la época medieval no innovaban,
básicamente se limitaban a traducir los textos griegos y romanos.
La Biblia, la Torá y el Corán se
convirtieron en las principales fuentes de conocimiento. A nivel
biogeográfico, se creía en un centro de origen (o edén, en donde se
creó la vida y desde donde se distribuyó al resto del planeta), en la
creación divina, y en relatos como el diluvio universal (según el cual
fue inundado el planeta) o la destrucción de la Torre de Babel (que
supuestamente provocó la diversificación de razas y lenguas). De hecho,
muchas de estas ideas quedaron marcadas durante mucho tiempo y no
fueron debatidas hasta varios siglos después (Papavero y Balsa, 1987;
Papavero et al, 1997; Bousquets et al, 2001; Zunino, 2003).
Algunos pensadores destacables relacionados
con la biogeografía en este periodo son:
- san Agustín (354-430):
fue un pensador clave para el cristianismo. Escribió numerosas obras
sobre filosofía y teología (wikipedia, 2016). En su obra Confesiones
afirmaba que todas las especies existentes en el planeta en aquella
época habían sobrevivido en el diluvio universal. Todos los seres vivos
habían sido dispersados gracias al arca de Noé, o como propone en De
Civitate Dei (La ciudad de Dios), ayudados por ángeles
(Bousquets et al, 2001; Zunino, 2003).
- Isidoro de Sevilla (556-636):
fue un escritor muy prolífico y un recopilador de la cultura romana.
Escribió libros sobre historia, teología, literatura, astronomía,
ciencias naturales, física, ética, geografía, diálogos, enciclopedias,
biografías, ensayos sobre el Antiguo y Nuevo Testamento, un diccionario
de sinónimos... En su obra Etimologías (escrita
hacia el 634), recopila el saber de la época, y en ella, a nivel
biogeográfico, insiste en las ideas de san Agustín y la biblia.
- Hildegarda de Bingen (1098-1179):
fue una abadesa, mística, médica, compositora y escritora alemana que
escribió entre sus muchas obras Liber Simplicis Medicinae
o Physica, sobre las propiedades curativas de
plantas y animales; y Liber Compositae Medicinae
o Causae et curae, sobre el origen de las
enfermedades y su tratamiento desde el punto de vista teórico.
- san Alberto Magno (1193
o 1206-1280): fue un importante teólogo, geógrafo, botánico, químico,
filósofo, astrónomo, y un claro representante de la ciencia medieval.
Explicó con argumentos sólidos que la tierra es redonda, señaló las
diferencias entre insectos y arácnidos...y en su obra De
vegetabilis et plantis libri septem, basada Aristóteles y
Teofrasto, planteó cuestiones de fisiología vegetal y una clasificación
de las plantas.
- santo Tomás de Aquino (1225-1274):
en sus obras y sobretodo en la Summa contra gentiles
mezcla las ideas de la biblia con las de Aristóteles. Este autor
defendió, como muchos pensadores de su época, la existencia real del
paraíso terrestre. Creía que era un sitio con un clima templado, que
estaba separado del resto del mundo, y que era el lugar desde donde se
habían originado todos los seres vivos mediante la acción de dios.
También hablaba, como san Agustín, de un proceso de dispersión
secundaria ocurrido tras el diluvio universal (Zunino, 2003).
En el mundo árabe, por el contrario, la
ciencia (sobretodo en astronomía, matemáticas, botánica, arquitectura,
ingeniería, medicina, filosofía, navegación, agricultura...) tuvo una
gran época dorada, sobretodo entre los siglos VII y XIII (Falagas et
al, 2006). Relacionados con la biogeografía destacan grandes
científicos como:
- Al-Jahiz (781-869):
fue un erudito afroárabe Al-Jahiz que describió algunas de las primeras
ideas evolutivas, como la lucha por la existencia e introdujo la idea
de una cadena alimentaria. Además fue uno de los primeros defensores
del determinismo geográfico.
- Al-Dinawari (828–896):
fue un biólogo de origen kurdo. Está considerado el fundador de la
botánica árabe por su Libro de las plantas, en el
que describió unas 637 especies, y en el que explicó todas las
fases de desarrollo de las plantas (germinación, crecimiento,
floración...).
- Al-Biruni
(973-1048): fue un matemático, astrónomo, físico, filósofo, viajero,
historiador y farmacéutico persa. Escribió cerca de 150 obras sobre
historia, astronomía, astrología, matemáticas, cartografía,
farmacología y ciencias naturales, de las cuales apenas ha sobrevivido
una quinta parte de ellas (Wikipedia, 2016). Defendía que las especies
tienden a extender su área de distribución y a ocupar el mayor espacio
posible (Zunini, 2003). Además realizó estudios geológicos y planteó la
hipótesis de que el subcontinente indio estuvo alguna vez en el mar.
- Avenzoar (1091-1161):
fue un médico andalusí que realizó disecciones y autopsias a animales y
a humanos, y rechazó firmemente la teoría del humorismo.
- Al Idrisi
(1100-1165): fue un famoso geógrafo y cartógrafo árabe que en 1154
realizó la Tabula Rogeriana, el mapa más completo
de toda la edad Media.
- Ibn al-Baitar (1190?-1248):
escribió una enciclopedia farmacéutica el Kitab al-Jami fi
al-Adwiya al- Mufrada, que describía 1400 plantas. Fue una
gran obra que siguió usándose durante los siglos XVIII y XIX.
- Ibn Nafis (1213-1288): descubrió la
circulación pulmonar y la circulación coronaria, y creó el concepto de
metabolismo.
Por otro lado, en Asia, destaca la figura del sabio chino Shen
Kuo (1031-1095) que formuló una hipótesis sobre el
proceso de formación de la tierra basado en la observación de
conchas de animales fósiles en un estrato geológico de una montaña
situada a cientos de kilómetros del mar. En esta hipótesis describía
numerosos procesos geológicos y geomorfológicos. También realizó
numerosos estudios en zoología y botánica. |