1.3.5. Siglo XVIII.
El siglo XVIII fue un periodo con grandes
cambios tecnológicos, artísticos, científicos... que pusieron fin a la
edad Moderna (con la revolución francesa de 1789), y que dieron inicio
a la edad Contemporánea, que después traería el inicio de la revolución
industrial, con la que comenzó la transformación progresiva del planeta.
Dentro de las ciencias naturales, el siglo
XVIII fue muy fructífero, hubo grandes avances a nivel geológico,
biológico, botánico... y surgieron tres personajes fundamentales en la
historia de la biogeografía, que permitieron el nacimiento de esta
disciplina científica, Carl von Linneo, Georges
L. Leclerc, y sobretodo, Alexander von
Humboldt.
- A nivel geológico:
Jean-André Deluc utiliza
por primera vez el término geología en 1778, y en 1785, después de unos
25 años de trabajo, James Hutton leyó en
la Real Sociedad de Edimburgo la Theory of the Earth; or an
Investigation of the Laws observable in the Composition, Dissolution,
and Restoration of Land upon the Globe, en la que explicó el ciclo
geológico de la Tierra.
- A nivel biológico,
Georges Louis Leclerc
reunió el conocimiento de la naturaleza de su época en su libro Histoire
naturelle (1749). En esta extensa obra intentó explicar la
evolución de la Tierra, los seres vivos y las rocas, y expuso
muchas ideas que más tarde influyeron en las teorías de Lamarck y
Darwin.
- A nivel botánico,
en el siglo XVIII se describen y se descubren muchos procesos
relacionados con las plantas. En 1714, John Woodward
publicó los resultados de sus estudios sobre la germinación de las
semillas; después, Stephen Hales
describió por primera vez el proceso de la transpiración de las plantas
en su obra Vegetable staticks (1727); en 1774, Joseph
Priestley, aisló el oxígeno y reconoció la importancia
de este gas en los seres vivos; en 1779, Jan Ingenhousz
publicó la obra Experiments upon Vegetables, en
la que describió como la plantas tomaban la luz del sol por medio de la
fotosíntesis; y en 1795, Jean Senebier,
demostró en su libro Mémoires physico-chimiques sur
l'influence de la lumière solaire pour modifier les êtres des trois
règnes de la nature, que las plantas consumen dióxido de
carbono y liberan oxígeno usando la luz solar. Finalmente, en Recherches
chimiques sur la végétation (1804), Nicolas-Théodore
de Saussure descubrió el intercambio de gases y la
nutrición mineral en los vegetales.
Además a finales de siglo, surgen
importantes estudios sobre musgos y líquenes. En 1792 el botánico
alemán Johannes Hedwig clarificó el
sistema reproductivo de los musgos, y los clasificó, en su obra Fundamentum
historiae naturalist muscorum, que es
considerada la base de la briología. Y por su parte, el botánico sueco Erik
Acharius, se dedicó al estudio de los líquenes,
publicando las obras: Lichenographiæ suecicæ prodromus
(1798), Methodus lichenum (1803), Lichenographia
universalis (1810) y Synopsis methodica lichenum
(1814), que son la base de la liquenología.
En lo que respecta a la biogeografía,
en 1777 se menciona por primera vez las palabras “zoología geográfica”
en el título del libro de E. A. G. Zimmermann
Specimen zoologiae geographicae,
quadrupedum domicilia et migrationes sistens (Zunino, 2003).
Pero lo más destacable de este siglo son los trabajos de Carl von
Linneo, Georges L. Leclerc y Alexander
von Humboldt.
- Carl von Linné
(1707-1778) a pesar de su influencia en la ciencia de la taxonomía y en
la botánica, también es importante a nivel biogeográfico, puesto que
aunque sigue defendiendo la existencia de un centro de origen situado
en el jardín del Edén, le interesa mucho la distribución de las plantas
y los animales. En Species plantorum (1753), por
ejemplo, indica el hábitat de cada especie descrita.
Este naturalista y médico sueco escribe en
1735 la primera edición de su obra más famosa Systema naturae
(1735-1770), cuyo título completo es "Systema naturae, sive
regna tria naturae systematice proposita per secundum classes, ordines,
genera, & species, cum characteribus, differentiis, synonymis,
locis" ("Sistema natural, en tres reinos de la naturaleza,
según clases, órdenes, géneros y especies, con características,
diferencias, sinónimos, lugares"). En este libro el autor clasifica
según él, la creación de Dios, en varias categorías y las nombra usando
su famoso sistema binomial. La décima edición (1758) de esta obra es
considerada el punto de partida formal de la nomenclatura zoológica.
El sistema natural de Linneo tuvo un impacto
en la época y ayudó a que surgieran nuevas clasificaciones botánicas
como la de Antoine-Laurent de Jussieu (Genera
plantarum secundum ordines naturales disposita, juxta methodum in horto
Regio Parisiensi exaratum anno 1774), que continuaron
ampliando los conocimientos taxonómicos vegetales, y nuevas
clasificaciones zoológicas como las de Johan Christian
Fabricius, que se dedicaba a los insectos y los
artrópodos.
Además, Linneo, en un ensayo llamado De
telluris habitabilis incremento (Discurso sobre el aumento
de la Tierra habitable, 1744), en su libro Phisophia botanica
(1751) e incluso en su gran obra Systema naturae
(1735-1770), defiende “la primera gran teoría biogeográfica de los
tiempos modernos” (Bousquets et al, 2001). Según Linneo, todas las
especies animales y vegetales, sobrevivieron al diluvio universal,
refugiadas en el monte Ararat. Este paraíso terrestre o jardín del Edén
superviviente, debería estar situado cerca de la línea Ecuador, y en él
debería haber todo tipo de climas y ecosistemas. Estaría formado por
una gran montaña-isla en la que las plantas (o los biomas) se
distribuirían de forma altitudinal, de tal manera que cada especie
podría sobrevivir en su ambiente. Desde este punto o centro de origen,
pasado el diluvio, las especies se pudieron dispersar libremente por
todo el planeta (Papavero et al., 1997; Bousquets et al, 2001; Zunino,
2013). Linneo argumentó que esta teoría era cierta basándose en el
aparente descenso del nivel del mar en las costas de Suecia (que
autores como Hjärne y Celsius defendían), razonando que Dios no pudo
eliminar su propia creación, y explicando que las plantas podían
dispersarse fácilmente por cualquier medio (Bousquets et al, 2001).
- Georges Louis Leclerc, Conde
de Buffon (1707-1788), estudió y comparó las faunas de
mamíferos de América y Europa desde un punto de vista biogeográfico
(Pérez, 2005). Observó que en ambos continentes la fauna es muy
diferente, y llegó a la conclusión en su gran obra de 36 volúmenes Histoire
Naturellle (1761), de que algunos seres vivos habían
cambiado a lo largo del tiempo (negando el principio de inmutabilidad
de las especies), y que éste cambio había estado influenciado por los
factores ambientales (Zunino, 2013). Además Leclerc, creó la llamada
Ley de Buffon, que estableció que la distancia hacía que en bioclimas
similares de América y Europa existieran especies diferentes,
rebatiendo de manera muy lógica, la teoría del Edén de Linneo
(Bousquets et al, 2001).
La obra de Buffon, a pesar de poseer algunos
errores graves (como que pensaba que la fauna de América había llegado
desde Europa a través de un antiguo puente intercontinental) tiene un
gran valor en la historia de las ciencias naturales, y en especial de
la zoogeografía, y en ella, aparecen algunas de las primeras ideas
clave sobre la evolución y la historia biológica del planeta.
- Aunque sin duda, el personaje clave de
finales del siglo XVIII y principios del XIX, fue Alexander
von Humboldt (1769-1859). Este gran geógrafo, ingeniero,
astrónomo, humanista, y explorador de origen prusiano, está considerado
el padre de la geografía moderna, y es un personaje clave en la
historia de la biogeografía. Realizó numerosos viajes por Europa,
América y Asia Central, que fueron la base de sus estudios sobre la
geografía física (física, geología, mineralogía, vulcanología,
climatología, oceanografía, zoología, botánica...) y humana
(demografía, etnografía, antropología, estudios sobre desigualdad
económica...) de la Tierra.
Durante su adolescencia Humboldt
viajó por Francia, Holanda e Inglaterra, y en 1799, con 30 años, inició
con el botánico francés Aimé Bonpland
(1773-1858) un viaje de cinco años (hasta julio de 2004) en el que
recorrerá la península Ibérica, las islas Canarias, el norte de
Sudamérica y gran parte de Centroamérica. En esta exploración recopila
una gran cantidad de datos sobre el clima, los recursos naturales, la
orografía, la flora, la fauna, los pueblos... de las zonas que va
explorando. Además, en España descubre la Meseta Central y realiza
varios perfiles topográficos de la península Ibérica; en Canarias hace
un estudio bioclimático del Teide; en Venezuela explora la cuenca del
Orinoco y analiza la vegetación, la fauna y los recursos naturales y
humanos del lugar; en Cuba realiza un mapa y un ensayo socioeconómico
que más tarde publicará, llamado Ensayo político sobre la
Isla de Cuba, en el que denuncia el comercio y la trata de
esclavos; en Nueva Granada estudia la vegetación de la zona; en el
actual Ecuador realiza numerosos análisis de los volcanes andinos
(Chimborazo, Cayambe, Pichincha, Cotopaxi...); en Perú, hace estudios
sobre la temperatura del océano Pacífico que le permitieron descubrir
la corriente que actualmente lleva su nombre; en Nueva España hace el
primer censo nacional, y numerosos estudios de geología, y de geografía
física y humana...
Durante todo este viaje conoce a numerosas
personalidades científicas y culturales de la época como Antonio José
de Cavanilles, José Espinosa, Andrés Bello, Celestino Mutis, Carlos de
Montúfar, Simón Bolivar, Thomas Jefferson...
A la vuelta de su expedición por América,
entre 1804 y 1827, se establece en París, en donde recopila, analiza y
publica, los conocimientos aprendidos en el viaje. En 1805 edita Essai
sur la géographie des plantes (Ensayo sobre la geografía de
las plantas), una de las obras clave de la geobotánica; en 1807, junto
con Aimé Bonpland, publica la obra de 30 volúmenes de Le
voyage aux régions equinoxiales du Nouveau Continent (Viaje
a las regiones equinocciales del Nuevo Continente); en 1808, elabora Ansichten
der Natur, en donde estudia los principales tipos de plantas
que caracterizan las comunidades vegetales; en 1817, crea De
distributio geographica plantarum otra obra fundamental de
la biogeografía; entre 1815 y 1825 publica Nova genera et
species plantarum, una obra de 7 volúmenes que contiene
descripciones de más de 4.500 especies de plantas... Todas estas obras,
y muchas más de la época, están llenas de imágenes, gráficos, mapas...
muy elaborados que apoyan y refuerzan el texto científico.
En 1827 regresa a Berlín, en donde se
convierte en uno de los principales consejeros del rey Federico
Guillermo III de Prusia, lo que le permite realizar en 1829, un viaje
hasta Asia Central por encargo del zar Nicolás I. Después, continúa su
vida en Alemania, publica algunos libros, y comienza a preparar su
última gran obra Kosmos (Cosmos, 1848-1858). En
este gran manual de 6 tomos recopila todo el conocimiento sobre el
universo y la Tierra que ha ido atesorando a lo largo de su vida.
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